Tras ser llamado por el ministro de propaganda nazi, como consecuencia de El testamento del doctor Mabuse, Fritz Lang supo que el momento de abandonar Alemania había llegado. Así pues, consciente del peligro que corría, llegó a su casa y le dijo a su empleado doméstico que le preparase una maleta, con lo necesario para pasar una semana fuera, tomó el poco dinero que guardaba en su domicilio y salió pitando hacia la estación de tren más cercana. Lang arribó a París en 1933; allí aguardaría su salida hacia los Estados Unidos, país adonde también llegarían otros cineastas, músicos, actores, actrices y tantos más que escapaban de la amenaza nazi. Durante su estancia en la capital francesa, se reencontró con el productor Erich Pommer, que trabajaba por aquel entonces para la Fox Europa, y gracias a este reencuentro, Lang pudo rodar Lillion, una película que dista de la genialidad de quien era considerado el cineasta más prestigioso de su país —Lubitsch llevaba años en Hollywood y Murnau había fallecido en un accidente automovilístico. En 1935, ya en suelo norteamericano, firmó un contrato con la Metro Goldwyn Mayer para realizar una película, sin embargo, el tiempo pasaba y no filmaba. Este periodo de paro involuntario lo aprovechó para conocer la cultura y el idioma de la nación que le acogió. Y a punto de caducar su acuerdo con la MGM, consiguió rodar otra de sus grandes obras, pero ¿cuáles no lo son? Furia (Fury,1936) presenta un estilo sobrio y realista con el que el realizador mostró un universo violento, dentro del cual un hombre inocente, encarnado por Spencer Tracy, es linchado por una jauría humana enloquecida que clama justicia sin ser justos. Aunque en la genial M ya toca el tema, se podría decir que Furia fue su primera incursión dentro del cine negro y cine de denuncia social, combinación que repetiría al año siguiente en otra magnífica producción. Sólo se vive una vez (You only Live Once) resulta una película pesimista y fatalista en la que los dos personajes principales, encarnados por Henry Fonda y Sylvia Sidney, se ven superados por las adversidades y las injusticias que impiden su relación matrimonial. Sin embargo, a pesar de estas dos grandes referentes, su andadura americana no resultaba sencilla, deambulando de productora en productora realizando largometrajes ajenos a su creatividad o a sus intereses personales, como sería el caso de la comedia social You and Me (1938) o los western: La venganza de Frank James (The Return of Frank James, 1940) y Espíritu de conquista (Western Union, 1941).
Filmografía estadounidense
Furia (Fury, 1936)
Solo se vive una vez (Only Live Once, 1937)
You and Me (1938)
La venganza de Frank James (The Return of Frank James, 1940)
Espíritu de conquista (Western Union, 1941)
El hombre atrapado (Man Hunt, 1941)
Los verdugos también mueren (Hangmen Also Die!, 1943)
El ministerio del miedo (Ministry of Fear, 1944)
La mujer del cuadro (The Woman in the Window; 1944)
Perversidad (Scarlett Street, 1945)
Clandestino y caballero (Cloak and Danger, 1946)
Secreto tras la puerta (Secret Beyond the Door, 1947)
La casa del río (House by the River, 1950)
Guerrilleros en las Filipinas (American Guerrilla in the Philippines, 1950)
Encubridora (Rancho Notorious, 1952)
Encuentro en la noche (Clash By Night, 1952)
Los sobornados (The Big Heat, 1953)
Deseos humanos (Human Desires, 1954)
Los contrabandistas de Moonfleet (Moonfleet, 1955)
Mientras Nueva York duerme (While the City Sleeps, 1956)
Más allá de la duda (Beyond a Reasonable Doubt, 1956)
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