Aunque se gestaron en el teatro y en apariciones televisivas previas, el humor y la irreverencia de Monty Python se desataron definitivamente en la serie televisiva Monty Python’s Flying Circus, un programa cómico compuesto por sketches que se mantuvo en emisión desde octubre 1969 hasta 1974. La serie apuntaba originalidad, rebeldía y un ingenio corrosivo pocas veces visto, y que suponía un paso más allá del humor inglés que, desde Charles Chaplin hasta las comedias producidas en Ealing Studios, apuntaba y se reía del drama cotidiano y de la idiosincrasia británica. Pero con el grupo formado por Graham Chapman, John Cleese, Terry Gilliam, Eric Idle, Terry Jones, Michael Palin ese humor ya no solo se ríe, sino que se rebela para crear el absurdo que enfatiza lo absurdo de la realidad. En 1971, los cómicos aprovecharon su éxito y rehicieron (en formato cinematográfico) algunos episodios de la primera y segunda temporadas de Flying Circus. El resultado fue Se armó la gorda (And Now Something Completely Different, 1971), su primera incursión cinematográfica, la cual también contó con la participación de Ian McNaughton en la dirección de los sketches. Debido a que su origen bebía directamente y sin disimulo de la serie, el film no difiere ni aporta a lo expuesto en ella, aún así resulta una divertida propuesta que apunta a El sentido de la vida (The Meaning of Life, Terry Jones y Terry Gilliam, 1983), a la postre el último film que reunió al mítico e inolvidable sexteto. Formadas por sketches, vistas en retrospectiva, ambas son un hilarante hola y un no menos cómico adiós; lo cierto es que en ambos casos el humor irónico y corrosivo, caótico en su orden y rebelde en su intención de despertar a la risa deformando la realidad para enfatizar su absurdo, es un deleite para quienes conectan y disfrutan con un humor irreverente que alcanza su cima cinematográfica en La vida de Brian (Life of Brian, Terry Jones, 1979), su obra más famosa y la mejor desarrollada.
Grandes los Monty; creo que esta película es la única que me falta de ellos (sin contar las que ha dirigido Terry Gilliam en solitario, por cierto el único del grupo que es norteamericano).
ResponderEliminarSaludos.
Opino igual. Para quienes conectamos con su humor, son geniales. Y Gilliam, en solitario, también me lo parece, aunque algunos de sus films se pierdan en el intento.
EliminarSaludos.