Premio Nobel de Literatura en 1954 y ganador del Pulitzer en 1953 por El viejo y el mar (The Old Man and The Sea, 1952), Ernest Hemingway fue uno de los miembros de la "Generación Perdida", término acuñado por la escritora Gertrude Stein (una de sus primeras influencias literarias), que engloba a un grupo heterogéneo de escritores estadounidenses, entre quienes se incluye a Francis Scott Fitzgerald, William Faulkner, Ezra Pound, John Dos Passos o John Steinbeck. De este grupo de literatos norteamericanos, Hemingway fue el primero en alcanzar fama internacional, pero ni su éxito ni los premios recibidos sirven para realizar una comparativa entre las narrativas de autores tan diferentes entre sí, siendo la suya directa e intensa, carente de la complejidad de Faulkner o de la elegancia de Scott Fitzgerald. <<Convirtió la narración en prosa en un medio físico limpio de todo lo que fuera cerebral o fantástico, apto para el héroe hemingwayano: duro, estoico, resistente,...>> (Hemingway and His World, Anthony Burgess). La mayoría de sus historias se desarrollan en los diversos lugares que visitó en calidad de corresponsal o por motivos no profesionales, y suelen presentar al hombre definido por Burgess enfrentado a situaciones límite, a la naturaleza y a la idea de la muerte.
Un breve recorrido biográfico nos permite descubrir en 1917 al joven Hemingway trabajando para el Kansas City Star, un año antes de ser rechazo por las Fuerzas Armadas, cuando intenta alistarse para luchar en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Esta contrariedad la soluciona presentándose voluntario en la Cruz Roja, organización humanitaria que lo destina a Italia, donde es herido y trasladado a un hospital milanés. De esta experiencia, conduciendo ambulancias en el frente, surge Adiós a las armas (A Farawell to Arms), publicada en 1929. Hasta la fecha, sus adaptaciones cinematográficas más populares son la realizada por Frank Borzage en 1932 y la rodada por Charles Vidor en 1957. Concluida la contienda, regresa a su país natal, aunque no tarda en volver a Europa como corresponsal del Toronto Star. Instalado en París, por aquel entonces centro cultural por excelencia, acude a las reuniones en casa de Stein, donde también se dejan ver pintores de la talla de Matisse y Picasso, o sus compatriotas Fitzgerald y Pound. Desde la capital francesa realiza su primer viaje a España, marco geográfico de Fiesta (The Sun Also Rises, 1926), que se ambienta en Pamplona durante el San Fermín. En 1957 fue adaptada a la pantalla por Henry King y contó con el protagonismo de Tyrone Power y Ava Gardner. Cinco años antes, el realizador de El pistolero (The Gunfighter; 1950) había trabajado con otro material del escritor en Las nieves del Kilimanjaro (The Snows of Kilimanjaro, 1952), también con Ava Gardner asumiendo el papel femenino principal. Pero la relación de Hemingway con España va más allá de su pasión por los sanfermines o por la tauromaquia recogida en el libro Muerte en la tarde (Death in the Afternoon,1932), y se posiciona en contra de los sublevados nacionales durante la Guerra Civil (1936-1939). Entre 1937 y 1938 cubre como corresponsal de guerra la contienda española, en la que ambienta otra de sus obras más populares, pero que no convenció a la crítica. Por quién doblan las campanas (For Whom the Bells Tolls), publicada en 1940, fue llevada a la gran pantalla por Sam Wood y tuvo como protagonistas a Ingrid Bergman y Gary Cooper, a quien el escritor tomó de modelo para el personaje de Robert Jordan. En esta época también colabora como guionista y narrador en Tierra de España (The Spanish Earth; Joris Ivens, 1937), un documental que presenta el conflicto desde la perspectiva de varios líderes de la República, pero, con la victoria del bando nacionalista, promete no volver a pisar suelo español mientras haya un solo republicano encerrado en las cárceles del régimen franquista. Sin embargo, en 1953 regresa a España y entabla amistad con el torero Antonio Ordoñez, a quien toma como uno de los protagonistas para su libro El verano sangriento (The Dangerous Summer, 1960). En 1940, tras su paso por el conflicto español, el escritor se instala en Cuba, país donde permanece hasta que Estados Unidos entra en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en la que él participa como reportero, pero también con su propio grupo de partisanos. La ajetreada existencia de Hemingway podría dar para una película, de hecho se han rodado series y largometrajes basados en la misma, pero ¿qué es verdad y qué es mentira en la vida de un escritor en quien realidad y ficción se confunden para crear la leyenda que él mismo parecía fomentar? Algunas producciones en las que ha aparecido como personaje son Los modernos (The Moderns; Alan Rudolph, 1988), ambientada en el París de la década de 1920, Hemingway. Fiesta y muerte (José María Sánchez, 1989), que abarca desde su nacimiento el 21 de julio de 1898 hasta su muerte en el verano de 1961, En el amor y la guerra (In Love and War; Richard Attenborough, 1996), detalla su convalecencia en el hospital de Milán desde el romance que mantiene con la enfermera que lo cuida, Midnight in Paris (Woody Allen, 2011), en una presencia apenas testimonial, o el telefilm Hemingway & Gellhorn (Philip Kaufman, 2012), que recrea su tormentosa relación con la también corresponsal Martha Gellhorn. Si bien estas y otras producciones permiten un acercamiento a su figura, la mejor manera de descubrirlo es a través de sus escritos, la mayoría de los cuales fueron trasladados a la gran pantalla.
Algunas adaptaciones cinematográficas de la obra de Ernest Hemingway
Adiós a las armas (A Farewell to Arms, Frank Borzage, 1932)
Por quién doblan las campanas (For Whom the Bells Tolls; Sam Wood, 1942)
Tener y no tener (To Have and Have Not; Howard Hawks, 1944)
Forajidos (The Killers, Robert Siodmak, 1946)
Pasión en la selva (The Macomber Affair; Zoltan Korda, 1947)
Venganza del destino (Under my Skin; Jean Negulesco, 1950)
Punto de ruptura (The Breaking Point; Michael Curtiz, 1950)
Las nieves del Kilimanjaro (The Snows of Kilimanjaro; Henry King, 1952)
Adiós a las armas (A Farewell to Arms; Charles Vidor, 1957)
Fiesta (The Sun Also Rises, Henry King, 1957)
El viejo y el mar (The Old Man and The Sea; John Sturges,1958)
Balas de contrabando (The Gun Runners; Don Siegel, 1958)
Cuando se tienen veinte años (Hemingway's Adventures of a Young Man; Martin Ritt, 1962)
Código del hampa (The Killers, Don Siegel, 1964)
La isla del adiós (Islands in the Stream; Franklin J.Schaffner, 1977)
Nakhoda Khorshid (Naser Taghvai, 1987)
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