La quinta película de Samuel Fuller, Park Row (1952), partió de su idea de homenajear al periodismo independiente y defensor de la libertad de expresión, el mismo periodismo que había ejercido durante su juventud, antes de dedicarse a la escritura de guiones y novelas, y mucho antes de debutar en la dirección con Balas vengadoras (I Shot Jesse James, 1949). Por tratarse de uno de sus proyectos más queridos y personales, Fuller prefirió invertir su dinero en la financiación del rodaje antes que aceptar las imposiciones pretendidas por los responsables de la Fox (productora con la que tenía firmado contrato). Como consecuencia de su postura, Park Row se vio obligada a ajustar tuvo su presupuesto, se convirtió su primera película independiente y, sobre todo, conservó la fuerza narrativa de un director y guionista capaz de mostrar los inicios de la prensa estadounidense desde una perspectiva moderna, en ocasiones didáctica, que tiene vigencia en cualquier época y lugar, ya sea en el 1886 de esa calle que da título al film o en cualquier otro espacio donde cohabiten los intereses ajenos al periodismo y la prensa defendida por el futuro responsable de Uno Rojo, división de choque (The Red Big One, 1980). La película expone el entorno donde nace The Globe desde la visión idealista de Phineas Mitchell (Gene Evans), un personaje inspirado en pioneros como Joseph Pulitzer (impulsor de la campaña de recaudación popular que en el largometraje abandera Phineas), Horace Greeley (fundador del Tribune) o Benjamin Franklyn, cuya estatua preside la calle por la que Mitchell transita antes de introducirse en un bar donde no puede ocultar la rabia ni la decepción que le han causado los artículos publicados en el jornal para el cual trabaja, al que acusa de haber condicionado a la opinión pública a favor de la condena a muerte de Charles Mott. Dentro del local, el periodista actúa sin morderse la lengua, postura que desvela sus principios ético-profesionales y provoca su despido, pero también le permite cumplir su sueño de crear un diario independiente. No obstante, a pesar de las palabras del reportero, su primer artículo nace del sensacionalismo con el que cubre el salto que Steve Brodie (George O'Hanlon) realiza desde el puente de Brooklyn, y lo hace para captar la atención del lector, algo que consigue de inmediato, pero también genera la envía de Charity Hackett (Mary Welch), la dueña del Star, el periódico que había prescindido de sus servicios. A partir de la primera edición de The Globe, el film se centra en la complicada puesta en marcha del nuevo rotativo y de cómo su equipo se las apaña para escribir noticias, sin que les importe poner dinero de su propio bolsillo o emplear papel de carnicería para imprimir el diario, al tiempo que superan las dificultades que nacen de la intolerante postura de Charity (un personaje femenino de fuerte carácter dentro de un espacio dominado por hombres). La presencia de esta mujer en Park Row funciona como contrapunto al idealismo de Mitchell, sin que al cineasta le interesara desarrollar las posibilidades románticas de la relación amor-odio que ambos mantienen, prefiriendo mostrar a dos personajes que se atraen pero que se alejan como consecuencia de las perspectivas antagónicas representadas en los periódicos que dirigen, aquella que prioriza el beneficio económico y la que pretende informar sin condicionamientos ajenos a la propia noticia.
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