La juventud de William A. Wellman fue tan movida que daría para una película agitada y excitante. De hecho, podría decirse que así fue. En el film que despide su brillante trayectoria, el cineasta rebusca en su pasado y expone parte de sus experiencias en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), aunque más que hablar de sí mismo y de su participación en la Gran Guerra, La escudrilla Lafayette (Lafayette Escadrille, 1957) le permite evocar y rendir homenaje a los voluntarios estadounidenses que la formaron. En su primera imagen, la voz en off de Wellman introduce el monumento que honra la memoria de quienes fueron sus compañeros en Francia, pero la historia se personaliza en Thad Walker (Tab Hunter). El protagonista de la evocación de "Wild Bill" Wellman es un joven a quien se descubre en la nocturnidad de su ciudad natal (Boston) cometiendo el hurto que nace de su resentimiento hacia la figura autoritaria de un padre que no duda en golpearle una y otra vez porque ha mancillado su buen nombre. La siguiente secuencia muestra a ese mismo muchacho en el interior de un transatlántico en compañía de su amigo Bill Wellman (William Wellman, Jr.), con quien mantiene una conversación que permite comprender que se ha fugado de casa y se ha presentado voluntario para luchar en Francia. En compañía de Wellman, Tom Hitchcock (Jody McCrea) y Duke Sinclair (David Janssen), Thad Walker desembarca en suelo francés para entrenarse y combatir, pero antes de que esto último suceda se produce su encuentro con Renée (Etchika Choureau), su enamoramiento, su agresión al instructor galo (Marcel Dalio) que le golpea y a quien devuelve el golpe, como si con ello se resarciera de la severidad paterna, y su deserción.
viernes, 9 de junio de 2017
La escuadrilla Lafayette (1957)
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