Aunque más que profundizar en un entorno sombrío en el que todo tiene un precio, como sí lo hacen otras grandes películas que abordan la misma temática, Campeón sin corona se decanta por un aspecto más humano, en algunos puntos similar al que cuatro años después de su realización expondría Mark Robson en El ídolo de barro (Champion,1949). Pero si en el film de Robson el principal enemigo del personaje interpretado por Kirk Douglas es su ambición, en esta destacada película mexicana el handicap de su protagonista se encuentra en su complejo de inferioridad. Roberto "kid" Terranova (David Silva) es un boxeador que teniéndolo todo para triunfar, no puede vencer a su peor enemigo: el complejo de inferioridad ya aludido, el cual sale a relucir en determinados momentos del film. Esta característica de su personalidad lo define como el hombre que se deja vencer por su falta de fe en sí mismo y en sus orígenes. Roberto, nacido en un extracto social desfavorecido, prioriza la posibilidad de medrar para alejarse de su entorno, y lo hace por la inseguridad y la inferioridad que le persigue allí donde se encuentra, al ser incapaz de aceptar su procedencia. Por este motivo se deja impresionar por lo extranjero, lo considera superior a cuanto tiene en casa (cuestión esta que también afecta a algunos países con respecto a otros), pero sobre todo por Susana (Nelly Montiel). A los ojos del púgil ella representa la alta sociedad a la que no tiene acceso, ni siquiera cuando inicia su relación con esta mujer de vida acomodada, para quien el luchador solo es un capricho físico pasajero del que puede desprenderse cuando le plazca, hecho que, cuando se produce, conduce a Roberto al borde del abismo que lo engulle y le lleva a su momento más bajo, aquel durante el cual se descubre vagando por las calles, sin rastro del campeón que pudo haber sido y que no fue.
martes, 1 de diciembre de 2015
Campeón sin corona (1945)
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