<<Agora tódalas novidás son por mapa i agulla, i os pilotos non saen da coarta levantada, que é como andar con bastón polas rúas de Basora, e non atoparás entre os pilotos do Califa de Bagdad un que seipa navegar por soños e memorias, i así non logran ver nada do que hai, do que é miragre e fermosura dos mares...>> (1)
<<Ahora todas las novedades son por mapa y aguja, y los pilotos no salen de la carta levantada, que es como andar con bastón por las calles de Basora, y no encontrarás entre los pilotos del Califa de Bagdad uno que sepa navegar por sueños y memorias, y así no logran ver nada de lo que hay, de lo que es milagro y hermosura de los mares...>> (1) Las palabras del viejo Sinbad explican buena parte de la literatura y de la interpretación existencial de Álvaro Cunqueiro, la de que se vive mientras existe la capacidad de soñar. Indisociable de la vida, está ensoñación se transforma en literaria a lo largo de su obra en lengua castellana y gallega, idioma que ama desde la cuna y en la que siente mayor libertar, puesto que su pensamiento fluye en lengua materna. <<Yo me muevo con más libertad en el gallego; es decir, una lengua que ha sido hablada desde hace siglos y no escrita -primero tuvo una gran tradición literaria, la de los cancioneros medievales de la Vaticana, de Coloccio Brancatti, etc.- pero luego ha habido un gran periodo de silencio [...] El castellano, claro, una lengua en cierto modo solemne pesa con más gravedad sobre el que la escribe.>> (2)
A este escritor bilingüe, la literatura gallega lo reconoce entre sus grandes autores, aunque preste mayor atención a su narrativa que a su obra poética, pero, como apunta Anxo Tarrío, el mindoniense presenta <<calidades poéticas sobradas, no solo respecto de sus compañeros de edad, sino también de las generaciones anteriores y posteriores a las suyas.>> (3) Lo cual sitúa al escritor nacido en Mondoñedo en 1911 en lo más alto de la lírica galaica del siglo XX, a la que aporta modernidad y para la cual recupera y actualiza la métrica medieval. En lengua castellana, su narrativa todavía aguarda el reconocimiento merecido, ya que, a pesar de ser conocida, obras como Un hombre que se parecía a Orestes, Vida y fuga de Fanto Fantini o El año del cometa con la batalla de los cuatro reyes son universales amenazados por la ignorancia del olvido. En cualquiera de los dos idiomas, <<una lengua es buena cuando sabe a pan, a pan fresco>> (4), el autor de Si o vello Sinbad volvese ás illas... fue una isla creativa alejada de modas y corrientes. <<Si establezco fronteras quiero que sean lo suficientemente amplias para que pueda mover mi mundo de personajes, de naciones, de ciudades, inventadas, etc. No, ya digo, no estoy preparado ni mentalmente ni moralmente para hacer una literatura de la vida cotidiana, mucho menos eso que se llamó "la novela social"; de la que no entiendo absolutamente nada y que no me preocupa y ni soy siquiera quien de leerla.>> (5) Como consecuencia de esta distancia respecto a la literatura de su época, se trata de un escritor de difícil ubicación y resulta más sencillo (y simple) situarlo en sí mismo, en su "imaxinario", en su deformante universo literario, de los más sobresalientes de la escritura gallega y castellana del siglo XX.
<<Fue autor, tras la guerra, tanto en castellano como en gallego, de una de las obras literarias más inclasificables y sobresalientes, al tiempo que dirigía algunas empresas periodísticas en las que fue publicando su copiosa, magnífica y personalísima producción articulista.>> (6)Su obra, iniciada antes de la guerra civil, prácticamente abraza todos los géneros, aunque fue la poesía el primero que llamó su atención. <<Poeta vanguardista y algo neotrovadoresco>> (7), el Cunqueiro anterior a la guerra escribe Mar o norde, poemario vanguardista con influencias surrealistas y del poeta rianxeiro Manoel Antonio, Poemas do sí e o non, cuya primera edición fue ilustrada por Luis Seoane, o Cantiga nova que se chama Riveira, en la que retoma la métrica y las formas de las cantigas medievales. El escritor no abandona el género lírico tras la contienda, aunque parezca olvidarlo o decantarse por el periodismo y la narrativa, lo cultivará durante toda su vida. Cunqueiro escribe, sueña y evoca en prosa y rima, de modo que todos los terrenos literarios son campos fértiles para la ensoñación, la vida, la memoria, que asumía deformante, y la realidad. Ensaya en Imaxinación e creación, desvela afición y erudición gastronómica en su Cocina cristiana de occidente, recuerda a Shakespeare y hace suya la tragedia de Hamlet en la obra teatral O incerto señor don Hamlet, príncipe de Dinamarca o escribe artículos y crónicas que se irán acumulando a lo largo de los años y de las décadas. Sin embargo, al hablar de Cunqueiro, resulta inevitable hacerlo de su prosa narrativa, en la que abundan temas clásicos (ciclo artúrico, mitología griega, persa,...) que moderniza con humorismo, costumbrismo, veracidad y el fuera de tiempo histórico, la memoria "ahistórica gallega". Así, personajes como Merlín, Orestes o Sinbad (entre otros) se alejan de sus orígenes para ubicarse en el "imaxinario cunqueiriano", el lugar real e irreal donde las complejidades humanas viven mientras sueñan o mientras el autor lo hace por ellos. El humor, la ironía, la imaginación y la combinación de mitología, tradición oral y realidad son características que distinguen a este autor de Mondoñedo, pero, <<como en casi todos los grandes escritores gallegos, una delicada pátina de melancolía>> (8) cobra relevancia en su obra. Esa mezcla lo convierte en un escritor único, capaz de trasladar a Merlín y Ginebra, personajes del ciclo artúrico, a tierras lucenses o a Sinbad a una fonda de Persia donde, entre té y té, vitaliza su capacidad de soñar contando historias a vecinos o paisanos, mientras que Orestes se plantea una venganza que nunca llega, percibiendo como el tiempo transcurre ajeno a sus dudas, a su existencia. Aparte de las ya nombradas, de su obra narrativa destacan Merlín e familia, su primera novela publicada y una de sus preferidas, As crónicas do Sochantre y Las mocedades de Ulises, sin olvidar los retratos fantástico-costumbrista de Escola de menciñeiros, Xente de aquí e de acolá y Os outros feirantes, conjunto de relatos cortos que reafirman esa necesidad vital cunqueiriana de navegar por sueños y memorias. Como el viejo Sinbad, Cunqueiro soñó y por ello vivió, y esa vida, atrapada en las páginas de su obra gallega y castellana, perdura junto a su evocación deformadora, a su humor, a sus anacronismos,... y a la intemporalidad de su fantasía realista o de su realidad fantaseada.
(1) Álvaro Cunqueiro. Si o vello Sinbad volvese ás illas... (traducción propia). Editorial Galaxia, Vigo, 1996.
(2) (4) Serrano Soler, Joaquín: <<Entrevista a Álvaro Cunqueiro>>, A Fondo, (programa emitido en Televisión Española).
(3) (7) (8) Tarrío Varela, Anxo. Literatura Galega. Aportacións a una Historia crítica (traducción propia), pp.283-291. Edicións Xerais de Galicia, Vigo, 1994.
(5) Risco, Antón, Ignacio Sodevilla: <<Entrevista a Álvaro Cunqueiro>>, Boletín Galego de Literatura, ISSN 0214-9117, N. 2, (1989) 107-119.
(6) Trapiello, Andrés: Las armas y las letras. Literatura y Guerra Civil (1936-1939). Austral, Barcelona, 2011.
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