Considerada la primera película religiosa de la historia del cine, Vida y pasión de Jesucristo (La vie et la passion de Jésus-Christ, 1898) también es la primera en la que asoma la figura sobre la que se cimentó el cristianismo. Pero más allá de la curiosidad que hoy pueda suponer esta película realizada por Louis Lumière, Georges Hatot y Alexandre Promio, el cinematógrafo confirmaba que podía contar historias y que había para todos los gustos: cine laico, cine religioso, películas para documentar la realidad y otras para recrear cualquier tipo de ficción o fantasía. Todo parecía posible en el nuevo invento que salió a la luz pública en 1895 de la mano de los hermanos Lumière, cuando La salida de los obreros de la fábrica (Le sortie de l’usine Lumière à Lyon, 1895) llamó la atención por el movimiento que se descubría en su cuadro. En aquel primer momento, quizá ni Auguste ni Louis pensasen en las posibilidades del nuevo medio expresivo, pero tres años después, el cinematógrafo había conectado con el público. ¿A qué fue debido tal éxito?
Como el religioso, el lenguaje cinematográfico en sus orígenes era llano y simple; es decir, lo que expresan sus imágenes no daban opción a la crítica ni al pensamiento reflexivo. No invitaban a pensar. El cine todavía carecía de psicología y de la posibilidad de dudar de sí mismo. Solo cuando empiece a plantearse sus posibilidades empezará a avanzar hacia el perfeccionamiento que en Vida y pasión de Jesucristo todavía queda a años luz. En este cortometraje, que ya superaba los diez minutos de metraje, la sencillez manda en sus trece escenas, de apenas un minuto de duración cada una, desde la adoración de la Magos hasta la Resurrección. Los cineastas se inspiran en el Nuevo Testamento y recrean con escasos recursos. No hay profundidad de campo, ni planos generales ni primeros planos. La cámara se ubica a la misma distancia y permanece inmóvil, peor lo importante es que los personajes se mueven, entran, salen o permanecen dentro del encuadre. Eso es cine, en su estado primitivo, más adelante la cámara aprendería a “caminar”, pero en este momento de su infancia se conformaba con ser una ventana que invitaba a su público a mirar a través de ella y descubrir secuencias que divertían o explicaban con una sencillez pasmosa, como es el caso de este film en el que los personajes carecen de cualquier psicología y sus imágenes representan sin posibilidad de ser interpretadas por su público más allá de lo que se expone. Mas adelante, el personaje reaparecería en la pantalla cobrando carácter emocional y mayor complejidad (en películas visualmente también más complejas), así como diferentes intenciones y discursos según quién fuese el cineasta: Ferdinand Zecca, Cecil B. DeMille, Nicholas Ray, Pier Paolo Pasolini. Franco Zefirelli, Martin Scorsese o Mel Gibson, entre otros.
Escenas que componen Vida y pasión de Jesucristo:
1. La adoración de los magos
2. La huida a Egipto
3. La entrada en Jerusalén
4. La resurrección de Lázaro
5. La traicion de Judas
6. La cena
7. El arresto
8. La corona de espinas
9. La flagelación
10. La crucifixión
11. El calvario
12. El entierro
13. La Resurrección
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