sábado, 18 de junio de 2022

Delibes y la identidad lectora


<<Una mujer como ella podría haberse desenvuelto bien en cualquier actividad que requiriese imaginación, ritmo y sentido de la armonía. Pero odiaba la rutina, y fue inconstante en sus estudios; un día se cansó y dejó la carrera a la mitad. Alguien me atribuyó un papel en esta decisión, pero no es cierto. A ella le aburrían los libros de texto; desde niña le aburrieron. En este terreno se movía un poco en la quimera. Amaba el libro, pero el libro espontáneamente elegido. Ella entendía que el vicio o la virtud de leer dependían del primer libro. Aquel que llegaba a interesarse por un libro se convertía inevitablemente en esclavo de la lectura. Un libro te remitía a otro libro, un autor a otro autor, porque, en contra de lo que solía decirse, los libros nunca te resolvían problemas sino que te los creaban, de modo que la curiosidad del lector siempre quedaba insatisfecha. Y, al apelar a otros títulos, iniciabas una cadena que ya no podía concluir sino con la muerte. Sentía avidez por la letra impresa. Y me la contagió. Fue ella la que me aproximó a los libros, a ciertos libros y a ciertos autores. En realidad, me abrió las puertas de ese mundo>>*



El fragmento pertenece a Miguel Delibes y su Señora de rojo sobre fondo gris, un bello y nostálgico canto a la mujer amada ausente, fallecida y eternamente viva en las imágenes evocadas por el escritor-narrador que la describe a una hija (y a los lectores) cuya estancia en la cárcel, debido a su participación en protestas en el tardofranquismo, le impide estar al lado de la madre: la mujer retratada en líneas de amor, admiración, idealización, culpabilidad de haberla sobrevivido y perdido, y dolor por la ausencia y por la distancia insalvable entre la vida y la muerte. Las paginas se suceden con una brillante fluidez descriptiva que corrobora la magistral narrativa del escritor vallisoletano, pero me interesa el fragmento arriba escrito porque habla de libros y de un tipo de lectora. Pero ¿cuántos tipos de lectores existen? ¿Tantos como libros? ¿Tantos como personas que abren un libro y en él encuentran o no lo que buscan? Carezco de otra respuesta que no sea la de que a veces el patrón lector se repite, cuando la identidad lectora no se ha desarrollado todavía o cuando la determinan fuerzas ajenas al propio lector. En ese punto se establece una diferencia entre quien consume superventas, quizá ventas programadas por el negocio editorial, con matices, el orientador del estado lector inicial, común a todos, y quien ya transita por literaturas menos comerciales, minoritarias, aunque sean leídas por multitudes cuya elección ya tiene que ver con el carácter lector formado, el que ha superado el dictado mercantil y modal y el que se adentra por un espacio de inquietudes y búsquedas personales, ya liberado. Y ahí, siempre en constante búsqueda, cualquiera puede inventar y desarrollar la identidad lectora que le aproxima a <<ciertos libros y a ciertos autores>>, <<en una cadena que ya no podrá concluir sino con la muerte>>, una identidad que es válida para sí misma, pero que no se puede prestar a otras identidades, pues estas ya poseen la propia; aunque sí pueden intimar, simpatizar, compartir, discutir o verse reflejadas las unas en las otras...



*Delibes, Miguel: Señora de rojo sobre fondo gris. Austral, Ediciones Destino, 1991, 2009, 2021.

2 comentarios:

  1. Interesante reflexión en torno a la lectura y los lectores, aparte de sentido homenaje a la difunta esposa. Por mi parte, sólo puedo añadir que el gusto por los libros debe ser una elección personal y nunca algo impuesto (lo digo como profesor de literatura escarmentado en estas lides).

    Saludos.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. No comprendo cuando escucho decir a alguien que un libro o una película tendrían que ser de lectura o de visionado obligado. Entonces, dudo de quien lo dice. Por mi parte, de niño no leía los libros “obligatorios” ni veía las películas que se suponía que tenia ver y vi mucho antes a Hitchcock o a Ford, por ejemplo, que las películas Disney.

      Saludos.

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