martes, 3 de julio de 2012

El mito Bogart



La imagen de tipo duro de cínica personalidad, pero de indudable idealismo y de cierta amargura, se convirtió en el sello inconfundible de un actor que inició su carrera cinematográfica una década antes de que se le presentara la oportunidad de demostrar el carisma que le sobrevivió. En 1930, Humphrey Bogart participó como actor en un cortometraje y en dos largos, El conquistador y Río arriba, el primero dirigido por Irving Cummings y el segundo por John Ford, la única vez que coincidieron estas dos leyendas de Hollywood. Durante el resto del decenio, salvo excepciones como La legión negra, trabajó de secundario, interpretando sobre todo a gángsters en títulos tan destacados como El bosque petrificado, Balas o votosCallejón sin salida, El sorprendente doctor Citterhouse, Ángeles con caras sucias o Los violentos años veinte. Estas y otras actuaciones le sirvieron para asentarse dentro de la Warner Bros., siendo uno de los actores de reparto mejor remunerados del estudio, aunque no fue hasta la siguiente década cuando su paciencia se vio recompensada con papeles protagonistas. Su ascenso al estrellato se inició entre 1940 y 1941, al coprotagonizar Pasión ciega y al dar vida a Roy Earle en la imprescindible El último refugio, un papel que obtuvo gracias a la negativa de las estrellas masculinas de la Warner para interpretar a este personaje. Pero el paso definitivo hacia el olimpo del celuloide se produjo con sus interpretaciones en El halcón maltés, el debut en la dirección de John Huston, con quien el actor mantuvo una fructífera relación artística y personal, y en Casablanca, sin lugar a dudas la película por la que más se le recuerda. Resulta curioso que por aquel entonces no sintiese aprecio por el film de Curtiz, sobre todo antes de ser un éxito, ya que el actor se encontraba tan desorientado como el resto de los componentes del reparto, ya que ni el propio Michael Curtiz tenía muy claro la conclusión del film. Bogart ya había trabajado con este cineasta en Kid Calahad
Ángeles con caras sucias y Oro, amor y sangre, y volvería a hacerlo en posteriores ocasiones, siendo la más destacada Pasaje a Marsella, en la que ambos intentaron emular el éxito de su anterior colaboración. Los años cuarenta resultaron magníficos en cuanto a papeles protagonistas, muchos de los cuales aparecen en películas de cine negro que se recuerdan en un primer instante por su imagen de cínico perdedor. Sin embargo, su mayor reconocimiento artístico a nivel personal se produjo en 1951, cuando ganó el Oscar a la mejor interpretación masculina por su papel en La Reina de África, la aventura africana que rodó para su amigo John Huston. Pero reconocimientos a parte, Bogart dejó un legado de actuaciones memorables en las que encarnó a personajes tan recordados como Roy Earle en El último refugio, Sam Spade en El halcón maltés, Rick Blaine en Casablanca, Philip Marlowe en El sueño eterno, Charlie Allnut en La Reina de África y tantos otros dignos héroes, antihéroes y perdedores en títulos tan memorables como Tener y no tener, Callejón sin salidaLa senda tenebrosa, Cayo Largo, El tesoro de Sierra Madre, Llamad a cualquier puertaLa condesa descalza, En un lugar en solitario, El cuarto poder, El motín del Caine, Sabrina, Horas desesperadas o Más dura será la caída, a la postre su última interpretación.


Para los tipos duros como Bogey también existe un hueco para el amor en el cine y en la vida real, pero en su caso la fantasía y la realidad se fusionaron durante el rodaje de Tener y no tener, cuando coincidió con una joven actriz a quien llamaba Betty. Lauren Bacall se convirtió en su mujer, aunque no fue la primera sí fue la definitiva, con anterioridad se había casado en tres ocasiones. Durante aquellos años de finales de los cuarenta, se inició uno de los periodos más tristes y oscuros de la historia del cine hollywoodiense, y Bogart, al igual que sus antihéroes, se posicionó a favor de la libertad y en contra del caza de brujas, declarando que esta era antiamericana, aunque finalmente se retractó de sus palabras, asumiendo que había sido engañado. Como dijo el personaje interpretado por Joe E. Brown al final de Con faldas y a lo loco <<nadie es perfecto>>, ni siquiera Bogart ni la leyenda que dejó tras él. Envejecido prematuramente por los excesos del alcohol, el famoso actor moría en enero de 1957, sin reproches ni lamentos, aceptando el destino, que le apartaba de las cámaras y del mundo de los vivos, como el tipo que solía interpretar en la pantalla. Pero el mito Bogart no murió con él, perduró y perdura en cada uno de sus personajes y de las películas que protagonizó, las mismas que forman parte de la memoria colectiva que ha disfrutado, sufrido y emocionado con tipos duros como Rick Blaine, de baja estatura, de valores escondidos y de frases contundentes, amargas y sagaces, enfundado en su gabardina tres cuartos mientras se pierde entre una niebla que no impide descubrir que el cine y su leyenda están hechas del mismo material con el que se fabrican los sueños.



Filmografía

El conquistador (A Devil with Women; Irving Cummings, 1930)

Río arriba (Up the River; John Ford, 1930)

Cuerpo y alma (Body and Soul; Alfred Santell, 1931)

Bad Sister (Hobart Henley, 1931)

¡Vaya mujeres! (Woman of All Nations; Raoul Walsh, 1931)

El temerario (A Holy Terror; Irving Cummings, 1931)

Juventud moderna (Love Affair; Thornton Freeland, 1932)

Big City Blues (Mervyn LeRoy, 1932)

Tres vidas de mujer (Three on Match; Mervyn LeRoy, 1932)

Midnight (Chester Erskine, 1934)

El bosque petrificado (The Petrified Forest; Archie L.Mayo, 1936)

Balas o votos (Bullets or Ballots; William Keighley, 1936)

Two Againts the World (William McGann, 1936)

China Clipper (Ray Enright, 1936)

Isle of Fury (Frank McDonald, 1936)

Black Legion (Archie L.Mayo, 1937)

The Great O'Malley (William Dieterle, 1937)

La mujer marcada (Marked Woman; Lloyd Bacon, 1937)

Kid Gallahad (Michael Curtiz, 1937)

San Quentin (Lloyd Bacon, 1937)

Callejón sin salida (Dead End, William Wyler, 1937)

Siempre Eva (Stand-In; Tay Garnett,1937)

Swing Your Lady (Ray Enright, 1937)

Crime School (Lewis Seiler, 1938)

Men Are Such Fools (Busby Berkeley, 1938)

El sorprendente doctor Citterhouse (The Amazing Dr.Citterhouse; Anatole Litvak, 1938)

Racket Busters (Lloyd Bacon, 1938)

Ángeles con caras sucias (Angels with Dirty Face; Michael Curtiz, 1938)

King of the Underworld (Lewis Seiler, 1939)

The Oklahoma Kid (Lloyd Bacon, 1939)

Amarga victoria (Dark Victory; Edmund Goulding, 1939)

You Can't Get Away with Murder (Lewis Seiler, 1939)

Los violentos años veinte (The Roaring Twenties; Raoul Walsh, 1939)

The Return of Dr.X (Vincent Sherman, 1939)

Invisible Stripes (Lloyd Bacon, 1939)

Oro, amor y sangre (Virginia City; Michael Curtiz, 1940)

It All Came True (Lewis Seiler, 1940)

Pasión ciega (The Drive by Night; Raoul Walsh, 1940)

Brother Orchid (Lloyd Bacon, 1940)

El último refugio (High Sierra, Raoul Walsh, 1941)

The Wagons Roll at Night (Ray Enright, 1941)

El halcón maltés (The Maltese Falcon, John Huston, 1941)

A través de la noche (All Through the Night; Vincent Sherman, 1942)

The Big Shot (Lewis Seiler, 1942)

A través del Pacífico (Across the Pacific; John Huston, 1942)

Acción en el Atlántico Norte (Action in the North Atlantic; Lloyd Bacon, 1943)

Sahara (Zoltan Korda, 1943)

Thank You Lucky Stars (David Butler, 1943)

Pasaje a Marsella (Passage to Marseille; Michael Curtiz, 1944)

Tener y no tener (To Have and Have Not; Howard Hawks, 1944)

Retorno al abismo (Conflict; Curtis Bernhardt, 1945)

Two Guys from Milwaukee (David Butler, 1946)

El sueño eterno (The Big Sleep; Howard Hawks, 1946)

Callejón sin salida (Dead Reckoning; John Cromwell, 1947)

Las dos señoras Carroll (The Two Mrs.Carrolls; Peter Godfrey, 1947)

La senda tenebrosa (Dark Passage, Delmer Daves, 1947)

Always Together (Frederick de Cordova, 1948)

El tesoro de Sierra Madre (The Treasure of Sierra Madre; John Huston, 1948)

Cayo Largo (Key Largo, John Huston, 1948)

Llamad a cualquier puerta (Knock on any Door; Nicholas Ray, 1949)

Secuestro (Tokyo Joe; Stuart Heisler, 1949)

Una llamada en el espacio (Chain Lightning; Stuart Heisler, 1950)

En un lugar en solitario (In a Lonely Place, Nicholas Ray, 1950)

Sin conciencia (The Enforcer; Bretaigne Windust y Raoul Walsh, 1950)

Siroco (Curtis Bernhardt, 1951)

La Reina de África (The Africa Queen, John Huston, 1951)

El cuarto poder (Deadline-USA, Richard Brooks, 1952)

Campo de batalla (Battle Circus; Richard Brooks, 1953)

La burla del diablo (Beat the Devil; John Huston, 1954)

El motín del Caine (The Caine Mutiny; Edward Dmytryk, 1954)

La condesa descalza (The Barefoot Contessa; Joseph L. Mankiewicz, 1954)

No somos ángeles (We're No Angels; Michael Curtiz, 1955)

La mano izquierda de Dios (The Left Hand of God; Edward Dmytryk, 1955)

Horas desesperadas (The Desperate Hours, William Wyler, 1955)

Más dura será la caída (The Harder They Fall; Mark Robson, 1956)


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