martes, 24 de julio de 2012

Hitchcock, inglés


Nacido el último verano del siglo XIX, 
Alfred Hitchcock aún tendría que esperar a 1920 para iniciarse en el mundo de celuloide cuando comienza a trabajar para la sucursal británica de la productora estadounidense Famous Players-Lasky, que no tardaría más de dos años en convertirse en una productora independiente fundada por Michael BalconVictor Saville y John Freedman, en la que aprendería el oficio pasando por varios puestos, desde especialista en rótulos hasta ayudante de dirección en el film Woman to Woman (1922); ese mismo año había intentado dirigir un film titulado Number Thirteen que nunca acabó de rodar (y que él mismo reconoce en sus entrevista con François Truffaut que era muy malo). En 1925 Michael Balcon le preguntó si "le gustaría dirigir una película", y Hitchcock respondió: "nunca lo había pensado", poco después se produjo su debut en la dirección de largometrajes con El jardín de la alegría (The Pleasure Garden). Posteriormente llegaría la exitosa El enemigo de las rubias (The Lodger), producción que nos acerca al Hitchcock maestro del suspense, donde ya aparece su oronda silueta y que él consideraba su primer film, siempre enfocado desde la perspectiva de una mujer que sospecha que su nuevo inquilino puede ser un asesino en serie. Ese mismo año, 1926, contrae matrimonio con Alma Reville, con quien había trabajado en anteriores films y que se convertiría en una colaboradora habitual en muchas de sus películas, con ella escribe el guión de El ring (The Ring, 1927) .Tras varias producciones mudas, Alfred Hitchcock entra en la Historia de la cinematografía británica al ser el responsable del primer film sonoro británico, La muchacha de Londres (Blackmail,1929). Como otros grandes directores (Howard HawksJohn FordYasujiro OzuRaoul Walsh o Jean Renoir), Alfred Hitchcock se inicia en el cine mudo, pero alcanza su madurez creativa en el cine sonoro, dentro del cual se encuentra la mayor parte de su filmografía, compuesta por más de una cincuentena de películas rodadas en cincuenta y un años como director (1925-1976). Su carrera artística podría dividirse en dos etapas: la inglesa y la estadounidense (quizá el periodo más conocido por el público); de la primera etapa ya se habla de su gusto por "martirizar" a los actores y actrices bajo su dirección, gastando bromas pesadas (como la de rodar una y otra vez la misma toma, a pesar de que las primeras fuesen válidas. Tras varias producciones de John Maxwell, de entre las que destacan: The Maxman (1929), último film mudo del director, Asesinato (Murder, 1930), Lo mejor es lo malo conocido (Rich and Strange,1932) o El número 17 (Number Seventeen, 1932). Hitchcock vuelve a trabajar con el productor Michael Balcon (con quien había trabajado al inicio de su carrera en varios films) para realizar algunas de sus mejores producciones inglesas: la primera versión de El hombre que sabía demasiado (The Man who Knew too Much, 1934), 39 escalones (The 39 Steps, 1935), magnífica película de suspense e intriga interpretada por Robert Donat (que dio vida a uno de los famosos falsos culpables) y Madeline Carroll (a quien se podría considerar como la primera rubia marca de la casa), El agente secreto (The Secret Agent, 1936) o Sabotaje (Sabotage, 1936). Finalizado el rodaje de Alarma en el Expreso (The Lady Vanishes, 1938), excelente intriga que se desarrolla en el interior de un tren, medio de transporte al que recurriría con asiduidad (39 escalonesExtraños en un tren o Con la muerte en los talones son buenos ejemplos de la utilización del ferrocarril como elemento de suma importancia para la trama), viajaría a los Estados Unidos para firmar un contrato con el productor David O. Selznick, pero con tiempo suficiente para regresar a su país natal y rodar una última película antes de cruzar de nuevo el Atlántico, titulada Posada Jamaica (Jamaica Inn, 1939), film producido e interpretado por el actor inglés Charles Laughton. En 1939 llega a los Estados Unidos, pero no para dirigir el supuesto film sobre el hundimiento del Titanic que iba a ser producido por David O. Selznick (quien estaba cosechando un éxito descomunal con Lo que el viento se llevó (Gone with the wind)), sino Rebeca (basada en la novela de Daphne Du Maurier, cuyos derechos cinematográficos habían sido adquiridos por el productor americano), un film que el cineasta no consideró totalmente suyo, porque tuvo que mantenerse fiel al original literario, lo que implicaba la ausencia de ese humor del que solía dotar a sus producciones, pero se convierte en un gran éxito y gana el Oscar a la mejor película del año, aunque no el de mejor director (nunca ganó uno, lo que deja claro que los premios no suelen ser justos no sirven para valorar la obra artística de un director). Hitchcock tenía una manera muy personal de entender su cine, al que dotaba de sus obsesiones (fascinación por el crimen, culpabilidad, la imagen autoritaria materna o fetichismo, entre otras cuestiones, irían apareciendo en sus películas) y de su modernidad creativa, así pues, al tiempo que cumplió su contrato con Selznick inició su personal carrera hollywoodiense, en la que él mismo produjo la mayoría de sus films, muchos de los cuales son considerados obras maestras indiscutibles (y sólo hay que verlas para darse cuenta de ello).

No hay comentarios:

Publicar un comentario