La
valía del héroe no se mide por su tamaño, sino por el empeño que
le empuja a soportar y superar situaciones a las que no desearía
tener que enfrentarse, y sin embargo debe hacerlo por un bien común,
cuestión que hermanastra a los nelwyn
ideados
por George
Lucas con
los hobbits
de
Tolkien.
Como muchas otras películas del género fantástico, que enfrenta al
bien contra el mal, Willow
encuentra
sus raíces en El
señor de los anillos;
hay quien dice que se trata de una especie de versión apócrifa de
la misma, aunque resulta mucho más infantil y menos espectacular que
la adaptación cinematográfica de la novela de Tolkien
que
dirigiría años después el neozelandés Peter
Jackson.
El héroe presentado por George
Lucas y
Ron
Howard es
un granjero que no quiere serlo, con aspiraciones a convertirse en el
nuevo aprendiz del gran mago (Billy
Barty),
sin embargo, no cree en sí mismo, cuestión que le aparta de su meta
y que le recrimina el brujo después de rechazarle como alumno; no
obstante tendrá su oportunidad de asumir su valía durante la
aventura que cambiará su vida. Antes de acudir a la aldea Willow
Ufggod (Warwick
Davis)
y sus dos retoños habían descubierto un bebé daikini
en
la orilla del río que baña sus tierras, las mismas que el cacique
del pueblo les quiere arrebatar. Elora Danan, así se llama el bebé,
no es una niña normal, ella es la princesa que anuncian las
profecías, la única capaz de destruir a la malvada reina Bavmorda
(Jean
Marsh),
ser despiadado donde los haya, que envía a sus huestes para
capturarla, sin saber que Elora será defendida por un individuo
singular, que es mucho más de lo que aparenta y cree ser. La
valentía de Willow fluye de sus buenos sentimientos, sin embargo,
durante el traslado de la princesa bebé a territorio de los daikini,
continúa sin afianzarse, ya que el temor a lo desconocido y la
añoranza del hogar dominan su pensamiento. Willow emprende el viaje
en compañía de otros miembros de su especie, con la misión de
entregar el bebé al primer hombre alto que encuentren; no obstante
éste resulta ser un reo enjaulado en un cruce de caminos por donde
no tarda en transitar un ejército que se dirige a la batalla. El
líder de los guerreros (Gavan
O'Herlihy)
reconoce a Madmartigan (Val
Kilmer),
a quien saluda acusándole de deshonor y egoísmo; pero Madmartigan,
como Willow, es más de lo que aparenta ser. Inicialmente tampoco
semeja reconocer su propia valía o quizá la haya olvidado como
consecuencia de su comportamiento individualista e irresponsable, que
únicamente busca la diversión y su beneficio personal. Cuando las
huestes se alejan, y le dejan dentro de la jaula, comprende que su
única oportunidad para salir de ella son los nelwyn,
a quienes intenta convencer para que le liberen, a cambio de la
promesa de cuidar de Elora. Willow acepta forzado por la necesidad de
regresar a su hogar, pero sin estar convencido de hacer lo correcto,
ya que la imagen que se ha formado del guerrero provoca sus dudas,
que se desvanecen a medida que avanza una aventura durante la cual
los prejuicios iniciales dan paso al respeto y a la admiración entre
los dos héroes. Willow
se
completa con acción, humor, magia y el romance que surge entre
Madmartigan y Sorsha (Joanne
Whalley),
la cruel y letal hija de la reina Bavmorda, con quien el guerrero
establece una relación de atracción-rechazo mientras continúan el
viaje que, al igual que sucede en el de los hobbits,
proporciona a Willow la confianza necesaria para creer en sí mismo y
así poder ayudar a que la pequeña Elora cumpla su destino.
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