Los años previos a Los vengadores (The Avengers), hasta la fecha la mejor película de la factoría Marvel, se estrenaron varios films en los que se seguían las peripecias de los héroes que aparecen en la película, algunos como protagonista de su propia aventura y otros como invitados estrella, para de ese modo introducirlos en el universo cinematográfico Marvel, estrategia que permitió crear un nexo de unión entre ellos, antes de reunirles en la que pretendía ser la película definitiva sobre superhérores Marvel. Para llevar a cabo un proyecto de esta envergadura se contrató a Joss Whedon, creador de la serie de ciencia-ficción Firefly, quien reescribió el guión y dirigió un film altamente entretenido y repleto de acción, que contó con un presupuesto que rondaría los doscientos veinte millones de dólares (ahí es nada), y que fue estrenada en abril de 2012, dos meses después ya había recaudado más de mil trescientos millones (conclusión: ser un superhéroe tiene sus beneficios). El regreso de Loki (Tom Hiddleston) a La Tierra no puede más que augurar caos y destrucción, ya que su deseo pasa por dominarla (los hay que no aprenden), y para cumplir su objetivo debe apoderarse del cubo cósmico, emisor de una energía incalculable e inagotable, que se encuentra en las instalaciones de S.H.I.E.L.D, agencia de seguridad dirigida por Nick Fury (Samuel L.Jackson). Loki no se detiene al conseguir su fuente energética y esclaviza al bueno de Barton (Jeremy Renner), alias Ojo de Halcón, y al doctor Selvig (Stellan Skargsgard) ante la impotencia de Fury, responsable del proyecto que se estaba llevando a cabo y autor de otro que fue cancelado. La idea olvidada y defendida por Nick Fury consistía en reunir, llegado el caso de una necesidad extrema, a hombres y mujeres con talentos fuera de lo común, y por lo que parece ese temido momento ha llegado. Así pues, el Capitán América (Chris Evans), IronMan (Robert Downey, Jr.), la Viuda Negra (Scarlett Johanssen) y Bruce Banner (Mark Ruffalo) (también conocido como Hulk), a quien se precisa por sus conocimientos científicos y no por su verde brutalidad, se unen a la fiesta organizada por Fury, a la que también acude Thor (Chris Hemsworth), a pesar de no haber sido invitado. Reunidos todos estos héroes, que no sienten simpatía entre ellos debido al choque de egos, deben superar su individualismo y aceptar que el éxito de su empresa reside en la necesidad de colaborar, sólo así podrán salvar el planeta de la amenaza que significa la presencia de Loki. Los vengadores necesitan un empujón para limar sus asperezas, sólo así serían más fuertes y efectivos, sólo así podrían acabar con los invasores alienígenas que Loki ha traído a través de una puerta espacial creada gracias a la energía del cubo. Los Vengadores (The Avengers) no plantea ninguna novedad argumental (buenos contra malos), sino que sigue la línea de anteriores películas de superhéroes Marvel, en las que priman la acción y el espectáculo por encima de cualquier otra circunstancia, posiblemente eso es lo que busca el espectador y eso es lo que obtiene durante dos horas en las que destacan la presencia del cínico Tony Stark (multimillonario, playboy, filántropo e Ironman) y la de Hulk, gigante verde que no vende ni guisantes ni maíz, pero que sí realiza una de las mejores acciones del film, cuando se encuentra cara a cara con el villano de turno.
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