Hay imágenes que se graban en la memoria individual, en la colectiva, en la histórica, en la urbana,…, aunque, en realidad, no se graben, sino que se dibujan en la irrealidad, a partir de la realidad que fue y de la fantasía hacia la que evolucionaron; o en la que nacieron. En todo caso, la mezcla de lo que fue, lo que pudo ser y lo que no se dio forma parte de la identidad de nuestros lugares y de nosotros mismos, que no somos testigos de nuestro nacimiento. Lo protagonizamos, pero solo lo recordamos a través de otros que lo presenciaron y que lo adornaron en su memoria. No pocos orígenes se pierden en la niebla de los tiempos y eso exige caminar a través de la bruma que los envuelve y les quita el color; aunque, al tiempo, esa misma capa que desdibuja permite que la imaginación, la literatura, el cine, las leyendas… pinten de cualquier tono que se antoje a quien construya o reconstruya espacios, historias y personajes. Un escritor es un constructor y destructor de mundos. Es un soñador que sueña historias, personajes, tal vez a sí mismo en un intento de huir del despertar que le atrape en el mundo dibujado por otros. Así, en el recorrido propuesto en Rincones sin esquinas me convierto en personaje, en un reflejo, en un caminante y en mi propia memoria en busca de otras muchas mientras recorro escenas e imágenes históricas, literarias, cinematográficas, diurnas, nocturnas, lluviosas y no pocas soleadas. Algunas las quiero de olores, otras de colores verdosos y pardos que apunten el paso del verano al otoño, también hay aquellas que me recuerdan que no debo andar por las ramas, sino por el tiempo, rompiendo sus barreras, dando saltos por calles y momentos. La mayoría son en mi ciudad, aunque también las hay de otros lugares, incluso de fantasía y de sueños... así asoma Santiago de Compostela en el libro, nacida entre la historia y la leyenda, apurada por la necesidad política y asentada sobre el mito alrededor del cual se creó un culto que alcanza nuestros días. La condición de situarse entre dos mundos, el histórico y el legendario, hace de Santiago de Compostela una ciudad única, como única pueda serlo Roma y otras ciudades cuyo origen se sitúa entre la fantasía y los hechos ocultos por esas brumas que no solo envuelven la historia, sino que están ahí, en nuestra memoria. De esa realidad e irrealidad surge el caminante de Rincones sin esquinas, nace en una ciudad por la que camina y le depara encuentros y reflexiones, así como la posibilidad de transitar por la historia, la leyenda, la cultura, el arte y encontrarse con personajes cuyos nombres todavía resuenan y con otros que forman parte de la larga y desconocida lista de anónimos…
En el enlace, la página del libro; en la que también se pueden leer las primeras páginas (en la opción kindle)
https://www.amazon.es/Rincones-sin-esquinas-Antonio-Pardines/dp/B0DW4D4MRP
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