Su primer trabajo en cine fue sin acreditar, para Luis Buñuel en La Edad de Oro (L’Age d’Or, 1930), y el último para Alejandro Jodorowsky en El ladrón del arcoíris (The Rainbown Thief, 1990). Principio y fin, dos extremos separados y unidos por sesenta años de diseños y decorados que son historia del cine. Su nombre aparece en algunas de las mejores películas de Marc Allégret, Marcel Carné y Billy Wilder. Pero su trabajo se extiende a lo largo de esas seis décadas de carrera cinematográfica, dedicada a localizar y a crear espacios cinematográficos. Alexandre Trauner es uno de los grandes nombres del cine y uno de sus decoradores de mayor talento. Sus inicios fueron accidentales. Había abandonado su Hungría natal, huyendo de la dictadura de Horty y con la intención de continuar en Francia sus actividades pictóricas, pero sin saber que lo que se iba a encontrar era otro tipo de arte, en el que se inició como auxiliar de Lazare Meerson. Aparte de los arriba citados, también fue fructífera su relación profesional con Anatole Litvak, Yves Allégret y Joseph Losey. Pero las aportaciones de Alexandre Trauner al cine se amplían en sus decorados para Orson Welles, Jules Dassin, Fred Zinnemann, John Huston o Bertrand Tavernier, entre otros cineastas que se beneficiaron del arte de este decorador húngaro de quien Dassin, Wilder y Huston hablan a continuación:
<<Creo que en la historia del cine, Trauner ha sido uno de los hombres con más talento. Era un pintor formidable. También esto es interesante. Antes os conté que en Rififí el productor no quería a Servais. Pues bien, cuando le dije que quería a Trauner me dijo que no. ¿Cómo puedes decirme que no a Trauner? ¿Cómo puedes negarte a contratarle? Trauner tuvo un periodo crítico en su carrera porque había hecho, creo que fue para Carné, una película [Les portes de la Nuit, 1946] en la que había tenido que construir toda una estación de metro. Y costó una fortuna. ¡Una estación entera! La película fue un fracaso y culparon a Trauner de que gastaba mucho dinero. Así que cuando le dije a Trauner: “Mira, voy a hacer una película de bajo presupuesto… ¡Por favor, por favor!” Me respondió: “Soy yo el que te lo agradezco. Todos esos cabrones no quieren contratarme, piensan que soy carísimo. ¡Voy a hacer tu película por cuatro duros!” Y prácticamente no gastó ni un duro en los decorados. Así que… comenzaron a contratarle de nuevo.
Trauner era rápido, solo hacia falta decirle dos o tres palabras… te decía: “No me hables de arquitectura, explícame la situación, los sentimientos. Dime cuál es la atmósfera, quienes son los personajes…” y es […], es un privilegio poder trabajar con alguien así. Incluso Billy Wilder —un curioso amigo mío— le preguntó una vez: “¿Trabajas con Trauner? ¿Qué presupuesto tienes?” Yo le contesté: “No, no, uno muy pequeño…”, porque él también conocía la historia de la estación de metro. Más tarde trabajó con él y es curioso que le hizo construir un decorado que sí costó una fortuna… en la película… Creo que era en… El apartamento. Sí, creo que fue esa en la que le hizo construir un decorado enorme de una oficina>> (Jules Dassin: Jules Dassin. Violencia y justicia)
<<Lo que es maravilloso en el trabajo de Trauner —al que considero el mejor decorador— es que es un maestro de la perspectiva. Cuando rodé la escena del apartamento con aquellos miles de escritorios, me preguntaron dónde había encontrado esa sala, si era el Rockefeller Center. En realidad, lo construimos en el estudio Goldwyn. Trauner había construido cien mesas, luego doscientas mesas más pequeñas, con figurantes más pequeños, luego figurantes enanos y finalmente unas mesas de cartón que no eran más grandes que un cenicero. Gracias a la perspectiva, Trauner creó ilusión. Eso es lo que hace divertido el cine, cuando juegas con los espejos como un mago, cuando sacas conejos de tu sombrero, cuando engañas a todo el mundo.>> (Billy Wilder: Billy & Joe. Conversaciones con Billy Wilder y Joseph L. Mankiewicz)
<<Alex Trauner ocupó el lugar de Steve Grimes como director artístico porque Steve tenía otro compromiso. Alex es tan ancho como alto, y uno de los hombres de baja estatura más fuerte que he conocido nunca. Sufrió aparatosos accidentes de coche en exteriores —todos con el mismo conductor marroquí— y tanto él como el conductor salieron ilesos de cada uno de ellos. El conductor conducía como un demonio, pero Alex siempre estaba instándole a que fuera más rápido, incluso en las carreteras de montaña. Cuando intentamos despedir al conductor, por manifiesta incompetencia, armó un terrible alboroto. Nada asustaba a Alex, absolutamente nada…>> (John Huston: A libro abierto)
Filmografía básica
L’hôtel du libre échange (Marc Allégret, 1934)
La kermesse heroica (La kermesse héroique, Jacques Feyder, 1935)
El muelle de más brumas (Le quai des brumes, Marcel Carné, 1938)
Entrada de artistas (Entrée des artistes, Marc Allégret, 1938)
Hotel du Nord (Marcel Carné, 1938)
Mollenard (Robert Siodmak, 1938)
Al despertar el día (Le jour se léve, Marcel Carné, 1939)
Los visitantes de la noche (Les visiteurs du soir, Marcel Carné, 1942)
Los niños del paraíso (Les enfans du paradise, Marcel Carné, 1945)
Las puertas de la noche (Les portes de la nuit, Marcel Carné, 1946)
Manèges (Yves Allégret, 1949)
Otelo (Othello, Orson Welles, 1951)
El guantelete verde (The Green Glove, Rudolph Maté, 1952)
Acto de amor (Un acte d’amour, Anatole Litvak, 1953)
Rififí (Jules Dassin, 1955)
Tierra de faraones (Land of the Pharaohs, Howard Hawks, 1955)
El camino feliz (The Happy Road, Gene Kelly, 1957)
Ariane (Love in the Afternoon, Billy Wilder, 1957)
Testigo de cargo (Witness for the Prosecution, Billy Wilder, 1957)
Historia de una monja (The Nun’s Story, Fred Zinnemann, 1959)
El apartamento (The Apartment, Billy Wilder, 1960)
Volverás a mí (One More, with Feeling, Stanley Donen, 1960)
Cómo robar un millón y… (William Wyler, 1960)
Un día volveré (Paris Blue, Martín Ritt, 1961)
Romanoff y Julieta (Romanoff and Juliet, Peter Ustinov, 1961)
Uno, dos, tres (One, Teo, Three, Billy Wilder, 1961)
Irma la Dulce (Irma la douce, Billy Wilder, 1963)
Y llegó el día de la venganza (Behold a Pale Horse, Fred Zinnemann, 1964)
Bésame, tonto (Kiss Me, Stupid, Billy Wilder, 1964)
La noche de los generales (The Night of the Generals, Anatole Litvak, 1967)
La vida privada de Sherlock Holmes (The Prívate Life of Sherlock Holmes, Billy Wilder, 1970)
El hombre que pudo reinar (The Man Who Would Be King, John Huston, 1975)
El otro señor Klein (Mr. Klein, Joseph Losey, 1976)
Fedora (Billy Wilder, 1978)
Don Giovanni (Joseph Losey, 1979)
1280 almas (Coup de torchu, Bertrand Tavernier, 1981)
Subway (Luc Besson, 1985)
Alrededor de la medianoche (‘Round Midnight, Bertrand Tavernier, 1986)
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