La publicidad lo puede todo, Nick Benko (Rod Steiger) lo sabe, también sabe que Eddie Willis (Humphrey Bogart) atraviesa un mal momento, el mejor para comprar sus servicios, porque es el tipo que precisa, un hombre con contactos y un periodista competente. Para tipos como Nick sólo cuenta el dinero, lo demás sería sacrificable, como ese descubrimiento argentino al que llaman Toro Moreno (Mike Lane). Este púgil, si es que puede recibir tal nombre, no sabe pegar, ni siquiera sabe encajar, sin embargo deben hacer algo con él, llevarlo hasta lo más alto, mediante engaños, tongos y sobornos, porque cuando llegue el momento generará lo único que realmente importa: dinero, mucho dinero, pero ninguno para él, sino para Nick. Más dura será la caída (The harder they fall) es un drama sombrío y pesimista que se ambienta en el mundo del boxeo, pero dejando en un segundo plano a la figura del boxeador, para centrarse en aquellos que mueven los hilos de unas peleas legales que mueven millones. ¿Pero hasta dónde esa legalidad? El mundo al que acepta pertenecer Eddie es un mundo sucio, ilegal aunque quizá no ante los ojos de la justicia, pero sí ante los de la moralidad y la ética. Sin embargo, en el mundo de Nick no existe tal ética, para él lo único importante es exprimir a esos individuos que se dejan golpear o que golpean, utilizados por él y por hombres como Eddie Willis, quien mediante sus palabras y contactos ha creado un gigante de barro que no tardará en alcanzar una cima de engaño y corrupción. El discurso de Mark Robson fue claro, la víctima tanto en el ring como fuera de él siempre es la misma, aquel que recibe los golpes y apenas una recompensa, como se comprueba en la parte que Eddie exige a Nick el dinero que corresponde a Toro, el pobre desgraciado que no se da cuenta de nada de lo que ocurre. Manejar a Toro no resulta difícil para un tipo como Eddie Willis, aunque sabe que lo que hace está mal, quizá porque todavía conserva algo de su alma humana, que Beth (Jan Sterling), su mujer, intenta mantener a flote, porque sabe que lo que hace su marido no es correcto y no duda en decírselo, incluso llegando a abandonarle. Para Eddie la situación no tiene vuelta atrás, necesita el dinero y si no continúa, de nada habrá servido todo el mal que ha hecho. La moralidad no existe, sólo existe el afán por conseguir la mayor recaudación posible, aunque para ello se deba hacer publicidad de una muerte en el ring; todo vale, menos las necesidades y sentimientos de los púgiles, quienes a ojos de sus managers y promotores no son más que carne y mercancía con la que especular. Más dura será la caída (The harder they fall) es una excelente oportunidad para acercarse a un mundo que pocas veces se muestra, el mundo detrás de la imagen, un lugar que se encuentra regido por aquellos que mueven los hilos y que se apoyan en la manipulación y las ansias de sangre de un público que sólo busca la ¿diversión? que proporciona ver como dos seres humanos se castigan sin sentido, hasta que uno de ellos cae a la lona; con su credulidad permiten que los medios manipulen sus ideas, sus gustos y sus acciones, circunstancias que quedan perfectamente expuestas en el film de Mark Robson, una película que, a parte de su incuestionable calidad, se recuerda por ser la última interpretación de un actor irrepetible: Humphrey Bogart.
No hay comentarios:
Publicar un comentario