miércoles, 14 de septiembre de 2022

Banda de ninjas (1967)


El de Nagisa Ôshima era un estilo flexible que se ajustaba a las necesidades de lo que quería contar. En este punto, aunque fuese inflexible en su intención de hacer el cine que perseguía, la flexibilidad formaba parte de sus habilidades y le brindó la oportunidad de arriesgarse en producciones como Banda de ninjas (Ninja Bugeicho, 1967), que si bien no considero entre sus mejores films, no puedo negar la osadía del responsable de Feliz Navidad, Mr. Lawrence (Merry Christmas Mr. Lawrence, 198) a la hora de filmar un anime sin más movimiento que el efecto producido por el montaje de dibujos-fijos que parecen cobrar movimiento gracias a una veloz sucesión de las imágenes y al uso del sonido, diálogos y voz del narrador. Ôshima adapta él manga homónimo de Sanpei Shirato —prestigioso autor manga y creador de la serie Fujimaru del viento (Shonen ninja kaze no Fujimaru, 1964)— en una animación austera y realista que prescinde de narrativa temporal lineal, y que llama más la atención por la (in)animación de sus dibujos que por la calidad que pueda atesorar. Lo que más destaca  no es la forma, sino la osadía experimental que hay tras ella, la de un cineasta que filma viñetas y le da aspecto cinematográfico gracias al uso del montaje audiovisual. Así, de nuevo, revoluciona su cine, creando una película que, aun careciendo de movimiento en sus imágenes, no es estática. Todo lo contrario, los efectos sonoros, los encuadres y la sucesión de planos fijos hacen que la quietud de Banda de ninjas vibre para agudizar el caos y la violencia que imperan en el periodo expuesto en la pantalla: el siglo XVI japonés, un periodo de revueltas campesinas, de hambruna, injusticias, violencia, sangre y venganza. Como la ilusión forma parte de las habilidades del ninjutsu, Ôshima crea la ilusión de movimiento, pasa de unos personajes a otros, sin conceder un segundo de aliento, pero su ritmo no es perfecto, a veces lastrado por ese estilo que adapta a la pantalla las formas del manga en estado puro.




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