<<En 1960 se celebró el centenario de su nacimiento y el Gobierno me pidió que hiciera una película en su homenaje. Por eso volví a la universidad y pude acceder a todos sus manuscritos y papeles, a todo, hasta a la menor hoja de papel conservada en su habitación.>>* Un siglo antes, nacía una de las figuras más importantes de la cultura india, un intelectual que marcó e influyó a escritores y pintores e incluso a cineastas, como fue el caso de Satyajit Ray, que fue el encargado de realizar el film-homenaje. De ese modo, de un encargo, surgió Rabindranath Tagore (1961) y en ella se unen dos de las figuras culturales y artísticas más sobresalientes de la historia de la India: Tagore y Satyajit Ray. El erudito, amigo de la familia Ray, visitaba al abuelo de Satyajit, <<porque tenían muchas cosas en común>>, y pasarían tardes charlando sobre gustos comunes o diferencias. Por aquel entonces, empezó a llamar la atención del niño, pero más adelante sería fundamental en el devenir artístico del cineasta, al convencer a la madre del muchacho para que le permitiese estudiar en la escuela de arte que había fundado con el dinero del premio Nobel —en 1913–, siendo el primer no europeo en recibir el prestigioso galardón. Desde su juventud, Ray admiraba al intelectual y poeta bengalí, y como artista heredó su visión humanista del mundo y del arte. En su película tributo, le rinde homenaje y al tiempo crea un documento que emplea pinturas, prensa, fotografías de la época, recreaciones de la infancia y de la mocedad del personaje e imágenes reales del propio protagonista ya anciano, para dar una idea personal y artística del individuo en su época. Tras mostrar, al inicio del film, el entierro del premio Nobel, fallecido en 1941, Ray viaja al pasado para introducir una breve historia de la familia Tagore. Apunta su cultura, su aristocracia y sus logros artísticos. Asimismo, habla de su llegada a Calcuta, ciudad fundada por comerciantes ingleses y capital de la India hasta 1911. En dicha ciudad, en el año 1861, nace el personaje que se convierte en principio y fin de este documental que aborda la vida del hombre y del artista en la realidad de su tiempo, un dos en uno indisociable cuya obra se interesa en la vida, en la naturaleza y en la humanidad. En Tagore también se acercan dos espacios, oriente y occidente, pues el escritor conoce la cultura europea y la india, haciendo que su visión del conjunto sea más humanista, tolerante y pacifista en tiempos tan convulsos como los años de las guerras mundiales (falleció cuando todavía la II Guerra Mundial era la cruda realidad de la época), o los conflictos indios entre las dos mayorías religiosas (hindú y musulmana) o el colonialismo británico y los movimientos de independencia india. En 1912, viajó por primera vez a Inglaterra, con la intención de conocer de cerca occidente, su cultura, su política, sus costumbres. Pero fue occidente quien se sorprendió al descubrir a un artista que llamó la atención del poeta irlandés William Yeats o del escritor austriaco Stefan Zweig. Más adelante viajaría por otros países europeos, incluso a la Unión Soviética, que por entonces atraía a numerosos intelectuales curiosos por conocer la evolución del estado proletario. Tagore nunca dejó de ampliar su visión de la humanidad, ni dejó de creer en ella, a pesar de vivir en un mundo que ya en su edad anciana se iba a pique en el sinsentido de la guerra.
*Entrecomillado de Satyajit Ray, en Michel Ciment: Pequeño planeta cinematográfico. Ediciones Akal, Madrid, 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario