<<Mi trabajo con Grace Kelly consistió en ofrecerle de Dial M for Murder a To Catch a Thief, papeles cada vez más interesantes de film a film>>
Alfred Hitchcock. “El cine según Hitchcock”
No fue la mejor actriz, ni siquiera podría asegurar que fue una buena actriz, ni recuerdo si alguno de sus papeles me emocionó o me hizo sentir emociones reales, pero no me cabe la menor duda de que se convirtió en uno de los grandes mitos de Hollywood y de la historia de Mónaco. Pero, más allá de la importancia que cada quien concede a iconos y leyendas, en realidad, al menos desde la que interpreto, nada de esto significa más que oropel con el que se adorna la imagen, ya de por sí ilusoria del ser real que vivió y sintió. Hoy, igual que ayer y seguramente que mañana, no vemos a la persona, vemos o preferimos ver la imagen idealizada en la pantalla, la prensa, el deseo y mítica popular. Pero esa parte no me interesa; aquí, lo que me interesa es la aportación artística de Grace Kelly, más que su belleza, su elegancia, su intimidad o el áurea que rodea a su figura. Su carrera en el cine se reduce a once largometrajes rodados entre 1951 y 1956, ya que a los veintisiete años abandonó la escena cinematográfica y se convirtió en la princesa de Mónaco. Pero esa es otra historia, aunque también se inicia en 1929, cuando la futura protagonista de La angustia de vivir (The Country Girl, George Seaton, 1954) abrió los ojos por primera vez.
Nacida en Filadelfia, en una familia adinerada, Grace Patricia Kelly fue la tercera de los cuatro hijos de un matrimonio entusiasta de los deportes, pero ella se decantó por la interpretación. Quizá en esto tuvo algo que ver que su tío fuese director teatral, quizá, o puede que sencillamente le atrajese la posibilidad de actuar. Ignoro qué pensó o cuál fue el motor que la impulsó a convencer a sus padres para que la dejasen ir a Nueva York a estudiar interpretación. Sus primeros pasos profesionales fueron como modelo, después en pequeños papeles teatrales y ya en 1950 en apariciones en episodios de varias series de televisión. Un año más tarde, asoma por primera vez en la gran pantalla, lo hace en Catorce horas (Fourteen Hours, Henry Hathaway, 1951), aunque no fue un papel relevante. De mayor entidad sería el siguiente, aunque, debido al protagonismo absoluto de Gary Cooper, su presencia en Solo ante el peligro (High Noon, Fred Zinnemann, 1952) fue secundaria y su intervención quizá se haya mitificado como consecuencia de su leyenda. Lo cierto es que el film de Zinnemann no la encumbró y regresó a Nueva York, al teatro, aunque su negativa a rendirse pronto la devolvería a Hollywood, para firmar su participación en Mogambo (John Ford, 1953). Tampoco sería esta producción fordiana rodada en África la que le abriría las puertas del estrellato que sí alcanzaría en su año maravilloso. Valga la redundancia, 1954 fue el año de gracia de Grace, fue su encuentro con Alfred Hitchcock y con el personaje de Georgie Elgin en La angustia de vivir, que le valió el Oscar a la mejor interpretación femenina del año. Había nacido una estrella y Hitchcock había encontrado la imagen femenina que, como Ingrid Bergman, sería ya parte de su cine —inolvidable en Atrapa un ladrón (To Catch a Thief, 1955)—; no obstante, dos años después, la actriz rodaba su último largometraje, Alta Sociedad (High Society, Charles Walters, 1956) —una revisión de Historias de Filadelfia (The Philadelphia Story, George Cukor, 1940)— y ponía fin a una carrera fulgurante. ¿Quién sabe el nivel actoral que habría alcanzado, de no haber abandonado la actuación? Lo único seguro fue que Grace Kelly dijo adiós a Hollywood y asumió el papel de princesa monegasca, aunque años después se rumoreó que iba a protagonizar Marnie, la ladrona (Marnie, Alfred Hitchcock, 1964).
Filmografia
Louise Ann Fuller en Catorce horas (Fourteen Hours, Henry Hathaway, 1951)
Amy Fowler Kane en Solo ante el peligro (High Noon, Fred Zinnemann, 1952)
Linda Nordley en Mogambo (John Ford, 1953)
Margot Wendice en Crimen perfecto (Dial M for Murder, Alfred Hitchcock, 1954)
Lisa Carol Fremont en La ventana indiscreta (Rear Window, Alfred Hitchcock, 1954)
Nancy Brubaker en Los puentes de Toko-Ri (The Bridges of Toko-Ri, Mark Robson, 1954)
Catherine Knowland en Fuego verde (Green Fire, Andrew Marton, 1954)
Frances Stevens en Atrapa a un ladrón (To Catch a Thief, Alfred Hitchcock, 1955)
Princesa Alessandra en El cisne (The Swan, Charles Vidor, 1956)
Tracy Lord en Alta Sociedad (High Society, Charles Walters, 1956)
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