Nacido en 1902 en Mülhasen (Alsacia), William Wyler fue otro de los grandes directores del Hollywood clásico, pero antes de llegar a eso, hubo de abandonar Europa. A los dieciocho años partió rumbo a los Estados Unidos, país donde Carl Laemmle, primo hermano de su madre, había fundado Independent Moving Pictures Company of America, de la cual surgiría Universal Pictures. A pesar de su parentesco, Wyler no recibió ningún trato especial, salvo su trabajo como chico de los recados en la compañía de su familiar. De este modo, el futuro cineasta tuvo su primer contacto con el cine, medio en el que, como tantos otros realizadores de la época, pasó por varios puestos menores que le sirvieron para familiarizarse con los aspectos que forman parte de una producción cinematográfica: publicidad, decoración o ayudante de realización. En 1925 debutó en la dirección y durante los años que siguieron dirigió cerca de una treintena de westerns de serie B que le sirvieron como parte de su aprendizaje. Apasionado de las artes escénicas, defensor de las libertades, meticuloso y perfeccionista, se llegó a decir de él que mandaba repetir las tomas una y otra vez hasta alcanzar la ideal. Su verdadero talento empezó a desarrollarse tras la imposición del cine sonoro, dentro del cual alcanzó el reconocimiento con El abogado (1933). Desde ese momento hasta el final de su excelente carrera, muchos de sus films recibieron premios y reconocimientos, muchos de los cuales son obras de referencia para cualquier aficionado al cine.
Entre sus largometrajes más logrados de la década de 1930 se encuentra el drama Esos tres (1936), cuyo trío protagonista sufre la difamación y la hipocresía que marca sus vidas —en 1962 realizó una nueva versión de la obra de Lillian Hellman, en La calumnia. Desengaño (1936), en la que Walter Huston debe hacer frente a una crisis matrimonial que destapa otra existencial, es otro título a destacar, como también cabe señalar Calle sin salida (1937), un reflejo cinematográfico de los barrios bajos de una gran ciudad; en el que Humphrey Bogart interpreta al mafioso antagonista del personaje interpretado por Joel McCrea. Pero la obra clave de la década, la que le proporcionó mayor prestigio, fue Jezabel (1938), el primero de los tres dramas en los que contó con Bette Davis como protagonista. Al año siguiente, tuvo a sus órdenes a Laurence Olivier en Cumbres borrascosas (1939), la adaptación de la novela homónima de Emily Brönte. Pero si algo diferencia las películas de Wyler del resto de sus contemporáneos es la importancia de la puesta en escena y del reparto, principio y fin de su cine, pues son los actores y las actrices quienes deben contactar con el público y transmitir emociones, sentimientos, sensaciones. En la década de 1940 filmó dos dramas protagonizados por Bette Davis: La carta (1940) y La loba (1941), el western El forastero (1940), con Gary Cooper y Walter Brennan, que ganó su tercer Oscar por dar vida al juez Roy Bean, La señora Miniver (1942), en la que la oscarizada Greer Garson interpretó a una mujer que muestra su entereza ante la adversidad que significa la guerra. En 1946 estrenó la que posiblemente sea su obra capital, Los mejores años de nuestras vidas (1946), en la que expuso la compleja adaptación de varios soldados cuando regresan a su país tras participar en la Segunda Guerra Mundial. Y para cerrar con brillantez la década rodó La heredera (1949), basada en la novela de Henry James. En los años cincuenta continúa mostrando su enorme talento en los policíacos Brigada 21 (1951) y Horas desesperadas (1955), pero obtiene mayor éxito con Vacaciones en Roma (1953), comedia, drama y cuento de hadas que supuso el primer papel protagonista de Audrey Hepburn, que compartió cartel con Gregory Peck, quien, cinco años después, daría vida y elegancia al caballero inglés de Horizontes de grandeza (1958), un western atípico como ya lo era El forastero.
Pero regresemos al pasado, al año 1925, cuando Wyler participa como ayudante en el rodaje de la carrera de cuadrigas del Ben-Hur rodado por Fred Niblo. En aquel momento, el cineasta no se imaginaba que muchos años después rodaría su propia carrera en el circo y su propio Ben-Hur (1959), como tampoco se imaginaría que la película se convertiría en la más galardonada de los Oscars, al ganar once estatuillas doradas. Menos colosal, pero más compleja fue El coleccionista (1965), un angustioso thriller protagonizado por Terence Stamp, actor que supo transmitir a la perfección las emociones de un personaje perturbado y obsesionado con la joven que secuestra. Su última película, No se compra el silencio (1970), a pesar de no estar a la altura de sus grandes obras, no desentona dentro de una filmografía solo al alcance de los mejores cineastas.
Filmografía como director
Cortometrajes
Crook Buster (1925)
The Gunless Badman (1926)
Ridin' for Love (1926)
The Fire Barrier (1926)
Don't Shoot (1926)
The Pinnacle Rider (1926)
Martin of the Mounted (1926)
The Two Fister (1926)
Lazy Lightning (1926)
The Stolen Ranch (1926)
Kelcy Gets His (1927)
Tenderfoot Courage (1927)
The Silent Partner (1927)
Galloping Justice (1927)
The Haunted Home-Stead (1927)
The Lone Star (1927)
The Ore Riders (1927)
The Home Trail (1927)
Gun Justice (1927)
The Phantom Outlaw (1927)
The Square Shooter (1927)
The Horse Trader (1927)
Daze of the West (1927)
Ardores pasados (Blazing Days, 1927)
Hart Fists (1927)
El caballero alerta (The Border Cavalier, 1927)
Straight Shooting (1927)
Largometrajes
Desert Dust (1927)
Thunder Riders (1928)
La caza del hombre (Anybody Here Seen Kelly?, 1928)
El testaferro (The Sakedown, 1929)
La trampa amorosa (The Love Trap, 1929)
Santos del infierno (Hell's Heroes, 1930)
The Storm (1930)
La casa de la discordia (A House Divided, 1931)
¿Héroe o cobarde? (Tom Brown of Culver, 1932)
El capitán Disloque (Her First Mate, 1933)
El abogado (Counsellor at Law, 1933)
Fascinación (Glamour, 1934)
Una chica angelical (The Good Fairy, 1935)
La alegre mentira (The Gay Deception, 1935)
Rivales (Come and Get It; Howard Hawks y William Wyler, 1936)
Calle sin salida (Dead End, 1937)
Cumbres borrascosas (Wuthering Heights, 1939)
The Memphis Belle: A Story of a Flying Fortress, 1944) (documental)
Thunderbolt (1947) (documental)
La carta (The Letter, 1956) (televisión)
La gran prueba (Friendly Persuasion, 1956)
La calumnia (The Children's Hour, 1961)
El coleccionista (The Collector, 1965)
Cómo robar un millón y... (How to Steal a Million, 1966)
Funny Girl (1968)
No se compra el silencio (The Liberation of L.B.Jones, 1970)
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