domingo, 26 de noviembre de 2023

Garbancito de la Mancha (1945)

Hay políticas proteccionistas extrañas; en algún sentido y según qué ojos las miren, todas lo son. La mayoría incluso carecen de lógica o resultan ambiguas. Por ejemplo, una de las practicadas durante el franquismo, consistía en fomentar la producción española entregando permisos de distribución de producciones extranjeras, la mayoría de procedencia hollywoodiense, que eran las que llamaban mayoritariamente la atención del público. Este intercambio, más que nada, potenciaba la picaresca de empresarios que olían el beneficio en esos permisos de distribución de películas extranjeras; que era donde estaba lo más lucrativo del negocio cinematográfico, y así se lanzaban a la producción de algún film español con el cual obtenerlas —aunque estas películas españolas fuesen pésimas o no llegasen a distribuirse; también se daba el caso que fuesen mejores de lo esperado—. El productor José María Blay produjo un proyecto nacional que implicaba la concesión de tres licencias de exhibición de films foráneos. Pero lo que había empezado como un medio llegó a ser un fin que superó en presupuesto a la mayoría de películas españolas rodadas por entonces en imagen real. El resultado recibió el título Garbancito de la Mancha (1945), que ha pasado a la historia como el primer largometraje de animación realizado en España y el primer largo animado en color hecho en Europa. La primera película de dibujos de larga duración europea que se conserva es Las aventuras del príncipe Achmed (Die Abenteuer des Prinzen Achmed, 1926), en el que la ilustradora Lotte Reiniger desarrollaba su arte con la animación de siluetas y daba un paso artístico y creativo adelante en el cine de dibujos. No se puede decir lo mismo de esta animación realizada por Blay y Arturo Moreno, su máximo responsable.

El título de la película apunta sin disimulo sus influencias aparentes: la cuentista y la quijotesca, aunque de Cervantes y su obra magna solo hereda la procedencia manchega, el viaje y molinos de viento, que en esta fantasía solo forman parte del paisaje. El héroe, Garbancito, es un niño de palabrería y valentía rancias. De su boca salen palabras cansinas. No es un soñador de lo imposible, ni en él asoma la ingenuidad, la ilusión y la enajenación que deciden el rumbo del hidalgo que se lanza en cuerpo y alma a vivir su sueño, su realidad a contracorriente. El protagonista de Garbancito de La Mancha no es ningún “loco” como Quijote ni pícaro cual Lázaro de Tormes, ni siquiera un niño, más allá de su apariencia infantil, sino el héroe de una animación pesada que no levanta el vuelo, de mensaje moralizante, acorde a los cuentos de hadas y al ideario nacionalcatólico, cuya imagen es el ideal bueno y valiente, solo temeroso de Dios —como el propio niño afirma—; de diseño pobre: los fondos y marcos transitados por los personajes apenas son esbozos; en exceso moralista y carente de chispa, cuyas influencias más evidentes no son hispanas, son Max Fleischer y Walt Disney, quienes, por entonces, eran los animadores a seguir. Con todo, lo hecho por Moreno y Blay tiene su mérito, al atreverse con un género (el animado) que no contaba con apenas referentes en la cinematografía española. Con anterioridad a Garbancito de la Mancha, Moreno había ilustrado y dirigido el cortometraje animado El capitán Tormentoso (1942), lo que le daba cierta experiencia a la hora de tomar las riendas de este proyecto, más ambicioso y de mayor envergadura, el cual, emulando a las producciones Disney, pretendía fantasía e introducía canciones, así como personajes que paliasen la carencia humorística del héroe, entre ellos tres truhanes y la fiel escudera de Garbancito, la cordera Peregrina, que lo acompaña en la aventura y el rescate de los dos pequeños secuestrados por el “malvado” gigante Caramanca…



2 comentarios:

  1. La vi hace algunos años en la Filmoteca, antes de que la película fuese objeto de restauración. Aquí te dejo mi reseña:
    https://cinefiliasantmiquel.blogspot.com/2015/03/garbancito-de-la-mancha-1945.html

    Saludos.

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    1. Acabo de leerla, coincido con lo que comentas en tu blog. Hay que valorar que pudiese hacerse una película como esta; me refiero al esfuerzo que supuso superar las dificultades técnicas y económicas. Gracias por compartir el enlace.

      Saludos.

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