El obstáculo a superar, uno de ellos, en un film coral reside en alcanzar cierto equilibrio entre las diferentes historias y personajes, esto quiere decir que las unas y los otros funcionen como parte y en el todo. Una referencia recurrente de ese tipo de equilibrio sería Vidas cruzadas (Short Cuts, Robert Altman, 1995), pero 18 comidas (2010) no lo logra, o al menos no lo consigue regular a lo largo de la jornada en la que Jorge Coira desarrolla sus momentos culinarios y humanos. Lo hace en diferentes puntos de Santiago de Compostela: <<una pequeña ciudad donde se preparan más de medio millón de comidas diarias>>, informa la voz que introduce el escenario urbano, en desayunos, comidas y cenas, en las tres partes en las que se divide una película que, a su vez, se divide en los diferentes encuentros y desencuentros que dan pie a las historias que al tiempo pretenden cotidianidad y excepcionalidad, historias que dan a medio conocer a personajes que viven dramas ya vistos en la pantalla o en cotidianidades y vidas comunes a cualquier ciudad. De sustituirse el paisaje de piedra compostelano —la mayoría de las escenas se desarrollan en interiores: casas privadas y restaurantes—, los escasos diálogos en gallego y un par de gaitas que suenan hacia el final de 18 comidas, desaparecería el localismo que la ciudad gallega le concede al día y la jornada emotivo-culinaria podría desarrollarse en cualquier espacio habitado por parejas, familias, conocidos, desconocidos y amigos que viven el drama, la improvisación, la risa, la compañía, la amargura, la soledad, la decepción, el amor, la esperanza, el temor, el llanto, el dolor, en definitiva, la vida. En este punto, Coira logra traspasar fronteras y culturas, y que su film sea a la vez local e internacional, como corrobora, o pretende hacerlo, el constante insistir en sentimientos y emociones “universales” y el protagonismo de personajes de diversas edades y condición, e incluso de distintas procedencias, como el emigrante macedonio (Milan Tocinovski) que, para llenar su triste estómago, roba una ristra de chorizos en un local de la Plaza de Abastos y huye por la “zona vieja” hasta que choca con Edu (Luis Tosar), otro trotamundos sin fortuna en el amor.
lunes, 30 de agosto de 2021
18 comidas (2010)
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