El brío internacional del cine británico hacia la segunda mitad de la década de 1970, encuentra en el productor David Puttnam a uno de sus principales artífices. Suyas son las producciones de Los duelistas (The Duellits, Ridley Scott, 1977), El expreso de medianoche (Midnight Express, Alan Parker, 1978), Carros de fuego (Chariots of Fire, Hugh Hudson, 1981), Un tipo genial (Local Hero, Bill Forsyth, 1983), Los gritos del silencio (The Killing Fields, Roland Joffé, 1984) y La misión (The Mission, Roland Joffé, 1986), pero de estas solo una se aleja del drama, que aspira a prestigio, para acercarse a la comedia de costumbres, amable, irónica y vitalista, que en la distancia recibe el testigo de la por entonces ya desaparecida Ealing. Pero, aparte de resultar un instante cinematográfico simpático, de momentos entrañables, de acordes musicales que apuntan el mítico Going Home de Mark Knopfler y de un paisaje natural de postal, el escocés Bill Forsyth, su director y guionista, logra un atractivo equilibrio entre los personajes, sus relaciones y los espacios que humanizan. Desde su inicio, Local Hero contrapone los negocios y la naturaleza, el desarrollo empresarial de una sociedad de consumo en manos del petróleo y la quietud de una cotidianidad tradicional en la villa marina donde se desarrolla la negociación y el revivir del protagonista.
lunes, 21 de febrero de 2022
Un tipo genial (1983)
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