martes, 13 de agosto de 2019

If.... (1968)

Los alumnos de la libertaria y transgresora Cero en Conducta (Zéro de conduite; Jean Vigo, 1933) se rebelan ante la férrea disciplina del internado donde las normas de conducta se imponen con el fin de reprimir su naturaleza infantil. La escuela les transmite y perpetúa los valores de la tradición, que se imponen al golpe de prohibiciones y castigos practicados por maestros que les incapacitan y privan de las herramientas necesarias para crecer, dudar y decidir en libertad. Pero los pequeños rebeldes del mediometraje de Vigo cuestionan la rigidez y la autoridad, deciden ser niños y no autómatas programados que acatan cuanto se les ordena. Los protagonistas de If.... (1968) asumirán un comportamiento igual de anárquico y más explosivo en el "College" donde los privilegios, las normas y el orden tradicional son pilares de un sistema educativo obsoleto. Generación tras generación se impone un método educativo que desmotiva mentes y favorece el estancamiento social del cual formarán parte los alumnos una vez abandonen el centro de enseñanza, mezcla de correccional y de campo militar, donde ser uno mismo solo existe en la fantasía de quien todavía tiene la osadía de pretender serlo. "Y si nos rebelamos", parece proponer el protagonista de la cruzada contra la tradición y la imposición de reglas que erradican cualquier comportamiento que se considere inaceptable. Más que un joven enfadado con su entorno -el "Angry Young Man" estandarte del free cinema-, Mick Travis (Malcolm McDowell) es un adolescente que desea liberarse de la impostura moral y de la férrea disciplina que pretende impedir su evolución natural y su capacidad de decidir y discernir. Como consecuencia, Mick cuestiona la realidad del centro escolar -en la que los abusos, la intransigencia y los castigos forman parte del día a día- y decide destruirla. Dentro de los muros de esta isla de If escolar no hay espacio para los estímulos, ni motivación, ni se pretende desarrollar aptitudes que no sirvan a la tradición; la educación no contempla al individuo, ni sus necesidades ni sus diferencias. Los alumnos de If.... no son protagonistas de su aprendizaje, salvo si se considera educativo acatar lo impuesto cual dogma o como única forma de evitar los castigos de compañeros tan esnobs como Rowntree (Robert Swann) y Denson (Hugh Thomas), o de maestros de "la letra con sangre entra" como el capellán (Geoffrey Charter) que imparte matemáticas, collejas y pellizcos entre los "juniors". En el "college" se prioriza la aceptación del orden que Mick Travis no acepta, de ahí que su primera imagen oculte su rostro tras un sombrero y una bufanda, que, a su vez, esconden el bigote que se afeita mientras charla con Johnny (David Wood) en el pequeño cuarto donde, avanzada la película, Wallace (Richard Warwick) se une a ellos para sellar el pacto de sangre: <<¡Muerte al opresor!>> <<¡Resistencia!>> <<¡Libertad!>>. Los tres amigos son diferentes al resto, anhelan serlo, porque no se someten ni se adaptan al código de conducta que busca limitar y condicionar el desarrollo del alumno, quizá para que este no lo ponga en duda y lo acate como el único válido. Ante esto, con If...., Lindsay Anderson se decanta por un protagonista anárquico que decide sembrar el caos. Como Travis, Anderson era un rebelde, un inadaptado de lo establecido, de ahí que, salvo Las ballenas en agosto (The Whales of August, 1987), su obra se oponga a los convencionalismos y a las imposiciones, sean cinematográficos o sociales. La estancia y distancia de Travis en el "College" iniciaba su trilogía, la cual se completaría con Un hombre de suerte (Oh, Lucky Man!, 1973) y Britannia Hospital (1982). Pero quizá sea en esta alegoría antisistema donde el director de El ingenuo salvaje (This Sporting Life, 1963), una de las figuras capitales del free cinema británico, mejor satirizó la sociedad de su país, en este caso, evidenciándola desde de un sistema educativo anquilosado en su afán de que todo continúe igual. Es la educación que prioriza la tradición al individuo, a quien somete con disciplina castradora y convierte en una pieza más del engranaje. Esa disciplina es rechazada por los cruzados de If....: Mick, Johnny, Wallace (Richard Warwick), la chica (Christine Noonan) de la cafetería y Philips (Rupert Westers), enamorado de Wallace y siervo del reaccionario Denson, cuyos privilegios como vigilante le permite tener a un alumno a su servicio, así como aplicar castigos que mantengan el orden que Mick y amigos desordenan, para impedir que los atrape y elimine la libertad que persiguen, la misma libertad que a ojos de Rowntree los convierte <<en una amenaza para la moral del colegio>>.

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