viernes, 2 de noviembre de 2012

Misión imposible (1996)


Que a Brian de Palma le gusta el cine de Hitchcock es algo que nunca se ha cansado de evidenciar en sus films y, en el caso de Mission Impossible (1996), vuelve a hacerlo en la figura del falso culpable asumida por Ethan Hunt (Tom Cruise) y en el ámbito escogido para desarrollar su trama. A raíz de la desintegración de la Unión Soviética el cine de espías sufrió un cambio de rumbo; ya que, con la caída del socialismo, los agentes del K.G.B. dejaron de ser el enemigo visible que hasta los años ochenta dominaba en la mayoría de films de espionaje. Ante la ausencia de ese rival conocido hubo que buscar nuevas fuentes de mal a las que combatir, sin tener muy claro por cuáles decantarse (cárteles, terroristas, espías industriales, señores de la guerra y un largo etc.), porque tras la conclusión de la Guerra Fría el espía cinematográfico deja de moverse por razones ideológicas y empieza a hacerlo por sobrevivir dentro de un nuevo orden. En 
Misión imposible se muestra a un espía que bromea con sus compañeros, porque aún no se ha dado cuenta de que son prescindibles. Aunque poco después se sentirá frágil y desorientado en contraposición del espía dominante y seguro que se descubre en el James Bond clásico o la indisciplina crítica de Harry Palmer (personaje interpretado por Michael Caine). Ethan Hunt se convierte en un agente que ha perdido su razón de ser y de existir, hecho que provoca que no sepa cuál es su cometido, por qué lo hace o dónde se encuentra el verdadero enemigo, ya que éste podría ser cualquiera. Ethan Hunt se irá concienciando de esos cambios a medida que avanza en la intriga que le afecta, no como le ocurre a Jason Bourne, desmemoriado, sin recuerdos del mundo de espías en el que habita, pero ambos tienen en común el ser víctimas del rechazo que producen en su entorno, sensación que domina a Hunt cuando le acusan de ser el culpable de la muerte de su equipo, y por si fuera poco acusarle de ser el topo infiltrado en el FMI. De Palma realizó una esbozo de esa pérdida de identidad, que alcanza mayor profundidad en la saga de Jason Bourne, dejando que la acción trepidante domine en el deambular de un falso culpable que debe demostrar su inocencia atrapando al verdadero topo (responsable de la muerte de los miembros de su equipo durante su última misión). Todos sus compañeros (y amigos) han sido asesinados, salvo Claire (Emmanuelle Beart), la esposa de Jim (Jon Voight), mentor de Ethan, también muerto durante la emboscada con la que alguien pretendía apoderarse de la lista de agentes del FMI en Europa, una lista que de caer en manos equivocadas podría significar la muerte de todos ellos. Sin tener adónde ir, Ethan escapa del restaurante donde se reúne con un agente (Henry Czerny) que no cree en su inocencia, lo cual provoca que Hunt se embarque en un complejo plan que pasa por hacerse con el archivo donde se guardan los nombres de los agentes para canjearlo por el topo. Misión Imposible no es un gran film, pero sí una buena muestra de acción al servicio de una estrella como Tom Cruise, quizá eso jugó en contra del resultado final, sin embargo, entretiene aunque no se encuentre entre lo mejor de su director, aún así se puede afirmar que se trata de la mejor película de la saga.



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