lunes, 26 de diciembre de 2011

En busca del oro (1938)

La fiebre del oro que se produjo en América del Norte durante el siglo XIX condujo a miles de soñadores, aventureros y desheredados llenos de esperanza,  hacia los territorios inexplorados o más alejados de la costa este, produciéndose de ese modo una colonización que enfrentaría intereses y posturas como las de los mineros y los agricultores, estos últimos también habían encontrado en las lejanas tierras del oeste su oro particular. El trigo se convirtió en la fuente de esperanza y de riqueza de un numeroso grupo de hombres y mujeres que se habían asentado en la parte baja de los valles mineros de California, territorio lleno de posibilidades para aquellos que buscaban una nueva vida o la promesa de enriquecerse, que se vería cumplida para unos pocos. El oro de California generó enorme riqueza para los mineros que supieron o tuvieron la suerte de encontrarlo; el hallazgo del dorado mineral les permitió crear imperios que se modernizaban con el paso de los años, y que irían utilizando métodos más efectivos e incluso perjudiciales para el medio ambiente, como sería el caso de los cañones de agua a presión que erosionaban las montañas en busca del preciado mineral sin tener en cuenta las graves consecuencias que su uso producía en las vidas y en el entorno de los granjeros. La amenaza de la contaminación que descendía en forma de agua repleta de materiales arrastrados de las montañas se convirtió en una realidad creada por la mangueras empleadas por los mineros. Por lo tanto, si los granjeros pretendían salvar las tierras que cultivaban y que les proporcionaba su medio de vida, era preciso hacer algo, y hacerlo inmediatamente. Consciente de esa realidad, el coronel Ferris (Claude Rains) pretende poner fin a las inundaciones enfrentándose con los responsables, pero siempre dentro de los dictámenes de la ley. Su creencia en la justicia y en lo correcto le obliga a presentarse ante los demás granjeros para convencerlos de que no utilicen la violencia, pues la única manera de detener el desastre se encuentra en los tribunales. Esa sería la idea correcta, pues California ha dejado de ser un territorio salvaje, para convertirse en Estado, donde las leyes deben dictar las sentencias. Sin embargo, los grandes propietarios mineros no están dispuestos a acatar un decisión que no les sea favorable. La historia de En busca del oro (Gold is where you find it) comienza con una serie de imágenes que muestran la evolución minera y agrícola a lo largo de varias décadas, para centrarse en un individuo: Jared Whitney (George Brent), el nuevo encargado de la mina, un hombre que no se plantea que pueda producirse un enfrentamiento violento y sangriento; y no lo hace porque él no pretende infligir la ley, como tampoco pretendería enamorarse de Serena Ferris (Olivia de Havilland) o ser amigo de su hermano Lance (Tim Holt), ambos hijos del coronel Ferris, el hombre que lucha por los derechos de los agricultores. De este modo, Jared Whitney se encuentra con su pensamiento dividido entre el amor que siente y la obligación que le ha llevado hasta ese lugar de California, a donde ha llegado con el encargo de aumentar la extracción de oro. Michael Curtiz enfocó En busca del oro desde dos perspectivas: la romántica, inevitable, y la lucha entre dos maneras de enfocar el progreso. La primera opción sería un progreso rápido, tangible y mucho más dorado que el trigo que cultivan aquellos que se han decidido por la segunda posibilidad, que abogaría por el trabajo y la defensa de la tierra, porque ésta puede generar riquezas no minerales que perdurarían más allá de ese oro que ha obcecado el pensamiento de los jefazos de las minas. No obstante existiría una tercera opción, una que parece pasar desapercibida y que sin embargo sería la que triunfaría en un futuro no muy lejano, y que se descubriría en Serena y su afición por el cultivo de árboles frutales, que a la postre se convertirían en una de las principales fuentes de riqueza de California; no obstante ésta sería una posibilidad que únicamente se esboza en dos momentos: cuando Jared ayuda a Serena a regar sus árboles recién plantados (nace el amor) y después del enfrentamiento final entre los mineros y los agricultores (nace el futuro). En busca del oro también se adentra en el drama que surge dentro del seno de la familia Ferris, sus enfrentamientos, sus separaciones y sus reconciliaciones, así como también se muestra el rechazo del coronel hacia Jared; provocando la separación entre éste y su hija. Pero sobre todo, el film pretende dar a conocer un periodo concreto de la historia de California, un momento de expansión, de crecimiento y de formación de un Estado que sobreviviría a la ambición desmedida de hombres que no pensarían más allá de ese oro brillante e inmediato, que les impediría comprender que se trataba de una fuente de riqueza agotable insuficiente para crear un lugar próspero y duradero.

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