jueves, 27 de octubre de 2011

Forajidos (1946)

En su debut actoral Burt Lancaster interpretó a un personaje que muere en los primeros compases de la película, aunque que esto no implica que su presencia desaparezca de la pantalla, porque la estructura narrativa empleada por Robert Siodmak en Forajidos (The Killers) combina a la perfección, mediante varios flash-back, el pasado y el presente durante el cual el agente de seguros Reardon (Edmond O'Brien) se pregunta ¿por qué dos tipos fueron a un pueblo alejado de la mano de dios con la única intención de matar a un hombre? Lo único que sabe sobre el fallecido  a quien llamaban "el sueco" (Burt Lancaster), es que no movió un dedo para evitar ser asesinado, incluso parecía estar aguardando a que la muerte lo alcanzase. Reardon vive de las preguntas, en su oficio debe hacerlas, porque investigar consiste en responder a cuestiones que otros pasan por alto; como parece suceder en el caso de "el sueco", quien ha dejado una póliza de seguros a nombre de una empleada de un hotel de Atlantic City a quien solo había visto una vez, cuando se intentó suicidar tras ser abandonado por una mujer. Este hecho es la segunda pista que encuentra el agente de seguros, incapaz de refrenar la curiosidad innata que le obliga a presentarse ante el teniente Lubinsky (Sam Levene), que, además de oficial de policía y buen amigo del finado, le descubre los orígenes de Ole Andreson, más conocido como "el sueco", y el motivo por el cual tuvo que detenerlo. Pero, sobre todo, esta entrevista le permite escuchar por primera vez el nombre de Kitty Collins (Ava Gardner), quien para Reardon no puede ser más que la mujer del hotel de Atlantic City, la misma a quien se alude en posteriores testimonios, la misma por la que el sueco pasó tres años en la cárcel y la misma de la que se enamoró hasta la perdición. Forajidos presenta, gracias a testigos subjetivos, las piezas del rompecabezas que el agente de seguros está empeñado en resolver, porque sabe que cuando lo complete podrá encajar los testimonios y las pistas, como el extraño pañuelo que encontró en el cadáver, que sin duda debe tener algún significado. El relato se enriquece y se completa a través de los recuerdos de los testigos presenciales en cada hecho que se narra, excepto la escena del atraco que se encuentra perfectamente descrita por el artículo de prensa que Reardon entrega a su jefe en el presente, desde el que leerá los hechos que las imágenes muestran, descubriendo de este modo como "el sueco" había participado en un atraco cuyo botín ascendía a más de 250.000 $. Este hecho ofrece una nueva perspectiva, una nueva e importante pista que permitirán a Reardon atar los cabos, que ya empiezan a formar un algo con sentido, y a descubrir la verdadera naturaleza de los entresijos y engaños que provocaron la muerte de un tipo que había perdido toda esperanza. Forajidos (The Killers) se basa en una historia de Ernest Hemingway, que los prestigiosos guionistas y directores Richard Brooks y John Huston adaptaron en un guión que sería firmado por Anthony Veiller, y que sirvió de base para que el director alemán Robert Siodmak realizase una de sus mejores películas, un gran clásico del cine negro, cuyo comienzo ya apunta la desesperación que domina a ese hombre que no ha podido sobrevivir a sus sentimientos, porque en el pasado le impulsaron a cometer una acción que le perseguiría hasta ese instante en el que los dos asesinos entran en su oscura habitación, donde les aguarda sin miedo a morir porque su vida hace tiempo que dejó de tener sentido.

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