sábado, 3 de septiembre de 2022

Jerry Lewis. Humor diario

Posiblemente, Jerry Lewis se considerase un gran hombre y un gran creador, más que un tipo con gracia o gracioso; pero ¿qué humano, pequeño o grande, no tiene sueños de grandeza? En realidad, no sé quién fue el hombre que estaba detrás del cómico, el rostro más allá de su careta de actor, de creador de gags y de su faceta de director de cine. Y sus “memorias”, como las de cualquiera, apuntan aspectos, favorecen y ensalzan otros mientras ocultan el resto. En esto, Lewis no es diferente, lo fue como cómico. En su faceta de artista cinematográfico logró momentos de gran hilaridad y originalidad que todavía brillan en lo más alto de la comedia hecha en Hollywood en el periodo sonoro. ¿Quién sabe? Quizá creyese en el humor como una vía de escape para un mundo necesitado de mayor cantidad de risas o quizá encontrase la vía de escape de sí mismo en el humor. De lo que hay duda es de que Lewis alcanzó fama al lado de Dean Martín, su compañero en espectáculos y en la pantalla durante diez años, desde 1946 a 1956, en una relación profesional en la que el primero asumía el papel cómico, contrapunto patoso del galán chulesco interpretado por el cantante que se autoparodia en Bésame, tonto (Kiss Me, Stupid, Billy Wilder, 1964).

Sus comedias están influenciadas por el burlesque de su infancia; por su admirado Stan Laurel —<<Durante los últimos tres o cuatro años de su vida Stan me enseñó muchas cosas valiosas y me traspasó sus conocimientos del mundo de la comedia cómica con amorosa dedicación>>—, de quien toma como modelo para su papel de niño-adulto y a quien rinde homenaje en El botones (The Bellboy, 1960), su primer largometraje como director; por el cartoon, el slapstick y la comedia muda de genios como Buster Keaton, Charles Chaplin, de él fue la primera película que Lewis dice haber visto —El circo (The Circus, 1925)—, o Harold Lloyd; y, por supuesto, por su relación con Frank Tashlin, el cineasta para quien protagonizó seis títulos, algunos de los cuales son referentes del cine cómico hecho en Hollywood durante los años sesenta —la década del reinado de Lewis en la comedia cinematográfica—, tales como Lío en los grandes almacenes (Who’s Minding the Store, 1963) y Caso clínico en la clínica (The Disorderly Orderly, 1964).

<<Hoy he estado hojeando mi diario. Hay en él abundantes reflexiones y pensamientos escritos a lo largo de los años. Son palabras que ayudan a vivir. Por ejemplo: “La inquietud es el descontento, y el descontento es lo primero que se necesita para progresar”. Fue Thomas Edison quien primero dijo estas palabras. Y el 4 de junio de 1961 yo creía en estas palabras hasta el punto de escribirlas de nuevo.

Otra frase: “Pienso ajustarme a mis principios sin calcular las consecuencias…” Franklin Delano Roosevelt. Esta frase pasó a mi diario el 10 de noviembre de 1959.

Y de “The Fountainhead”, la novela de Ayn Rand: “A lo largo de los siglos ha habido hombres capaces de dar los primeros pasos por nuevos caminos sin más apoyo que sus propias visiones. Los grandes creadores —pensadores, artistas, científicos, inventores— se enfrentan en solitario a los hombres de su época. Toda gran idea novedosa ha topado con la oposición, todo gran invento nuevo ha sido denunciado. Pero los hombres de visión clara han seguido adelante. Luchan, sufren. Y pagan un alto precio. Pero vencen…” Escrito en mi diario a los veintidós años y desaparecido de mi conciencia desde entonces hasta ahora.

Otra frase: “La fama es un enorme globo rodeado por una bandada de chiquillos con agujas afiladas…” Jerry Lewis; fecha desconocida.

Lo triste de las palabras es que hay miles de millones metidas en millones de libros que expresan cualquier pensamiento imaginable sobre la vida en este planeta. Y es triste que en millones de años no hayamos aprendido gran cosa sobre nada, excepto cómo desplazar al prójimo un poco más deprisa.

Todavía alimento la creencia que es posible apartar de nosotros tanta insensatez de algún modo. ¿Por qué no por medio del humor? En la medida de mis conocimientos, es el modo más barato y asequible de que disponen los hombres. Y hasta que alguien me pruebe lo contrario, consideraré que el sentido del humor es la única vía abierta a la buena fe en un mundo repleto de maldades. Por eso escribí en mi diario: “El humor, qué herramienta maravillosa. Si se emplea adecuadamente, puede sofocar gran parte de las cosas feas de las personas.>>*


Filmografía como director


El botones (The Bellboy, 1960)


El terror de las chicas (The Ladies Man, 1961)


Un espía en Hollywood (The Errand Boy, 1961)


El profesor chiflado (The Nutty Professor, 1963)


Jerry Calamidad (The Patsy, 1964)


Las joyas de la familia (The Family Jewels, 1965)


Tres en un sofá (Three on a Couch, 1966)


La otra cara del gánster (The Big Mouth, 1967)


One More Time (1970)


¿Dónde está el frente? (Which Way to the Front?, 1970)


The Day the Clown Cried (1972)


Dale fuerte, Jerry (Hardly Working, 1979)


El mundo loco de Jerry Lewis (Smorgasbord, 1982)



*Texto entrecomillado: Jerry Lewis, En persona. Memorias (traducción de Jorge Bertevoro), pp 174-175. Torre de Papel, Madrid, 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario