Los atractivos de El candidato se mantienen intactos, sea su estética setentera —¿cuál iba a ser si no?—, la deriva de la época o la intención realista —por momentos documental— de Michael Ritchie o los temas que aborda a partir de la figura del idealista interpretado por Redford. Habla sobre políticos y política, pero el acierto de Ritchie fue adentrarse en la cotidianidad de una campaña electoral, que Jeremy Larner, el guionista del film (que había escrito los discursos del candidato a la presidencia Eugene McCarthy), y él mismo conocían de primera mano, centrándose en la imagen, en los medios de comunicación que transforma en estrellas mediáticas a los políticos y en un candidato idealista y progresista que sufre su transformación mientras lucha por llegar primero a la meta. Y sin televisión, ni los asesores que trabajan en la campaña, el candidato apenas tendría acceso y notoriedad entre un electorado al que no llega el mensaje, pues apenas entiende de qué se le habla, como corrobora cuando McKay sale a la calle y les laza sus discursos sobre política medioambiental o salud pública. La gente, en su mayoría, prefiere que le resuelvan los problemas cotidianos, sin necesidad que se les abrume con los generales, o escuchar frases sobre la grandeza de la nación que Jarmon lanza en sus discursos patrióticos...
Me he quedado con ganas de verla. Siempre consigues con tus precisas y escuetas reseñas despertar el deseo de degustar estas joyitas del cine
ResponderEliminarTe va a sonar a broma, pero
Eliminarmi profesor de filosofía en COU me dijo —recuerdo que en tono informal en el pasillo del instituto— que escribía muy poco en sus exámenes, pero que no podía suspenderme aunque quisiera. Me dijo algo así como que escribes lo mínimo, pero lo poco que escribes está bien, y que le fastidiaba tener que aprobarme. Todo esto lo dijo riendo. Lo cierto es que yo también reí al escuchar aquello, quizá satisfecho, quizá orgulloso, y continuamos bromeando; y resulta que un par de meses después, habiendo elegido la opción de ciencias puras, filosofía fue mi mejor nota en selectividad. Me habían puesto un texto de Tomás de Aquino, pero ya no recuerdo cuál...