Vista desde una perspectiva propagandística, Malcolm Tucker (Peter Capaldi), el jefe de prensa del Primer Ministro del Reino Unido, es el hombre más importante del país. Así lo apunta Armando Iannucci en su coral y satírica In the Loop (2009), su primer largometraje para la gran pantalla —con anterioridad, en cine, había participado en la episódica Tube Tales (1999)—, que venía a desarrollar en cine aquello que estaba haciendo en televisión con su sátira política The Thick of It (2005-2012). La presentación del personaje, ya conocido por quienes sabían de la serie televisiva, que imagino reflejo humorístico británico de El ala oeste de La Casa Blanca (The West Wing, 1999-2006), no puede ser más contundente; o tal vez sí, aunque ya entraría en una violencia física que traspasaría la simple amenaza o los insultos de los que hace uso de forma casi indiscriminada. Malcolm avanza alzando la voz allí donde va, incluso la eleva para censurar a un ministro del gobierno, uno un tanto peculiar, a quien el juego de la política le viene grande, por metepatas, infantil, indeciso, ingenuo. Se trata de Simon Foster (Tom Hollander), en cuyo equipo acaba de entrar a trabajar un joven asesor de imagen (Chris Addison) arribista y pelota, no más que Liza (Anna Chlomsky) o Chad (Zach Woods), que trabajan para la estadounidense Karen Clark (Mimi Kennedy), la política que se reúne primero en Londres y posteriormente en Estados Unidos para abordar una crítica posibilidad bélica que parece que se les escapa de las manos. El mundo de Malcolm se construye y destruye en la imagen, es decir, en su reino se puede hacer cualquier individuo, héroes, villanos, políticos, e incluso hacer desparecer de los medios o vapulear a través de ellos. Es la jungla y en ella no hay piedad, ni verdad. Allí la ética sobra y la manipulación resulta fundamental para alcanzar el éxito político y de la política perseguida; la cual, a menudo, se va haciendo, deshaciendo y rehaciendo, sobre la marcha…
No hay comentarios:
Publicar un comentario