<<Todos los libros de Balzac no forman más que un solo libro, un libro vivo, luminoso, profundo, en el que vemos ir y venir, andar y moverse con un no sé qué de turbador y de terrible mezclado con lo real, toda nuestra civilización contemporánea: un libro prodigioso que el poeta tituló Comedia y que hubiese podido titular Historia.>> (1) Sus caracteres viven en sociedad, en la historia social en la que se van haciendo y en la que, cual poseso, Balzac escribe y escribe sobre el papel, creando un reflejo de la realidad francesa de su época. La imaginación y la capacidad de observación del autor de Papá Goriot le permite llenar su universo socio-literario de hombres y mujeres dominados por una pasión que se erige en su motor existencial; siendo la suma de estas figuras y de cada una de las pasiones (dinero, éxito, poder, revolución, sexo, maternidad, paternidad…) el todo humano y social que da sentido pleno a los personajes, que son parte indisociable del cuerpo social. El entorno les hace ser; es decir, para el escritor de Eugenia Grandet <<todo individuo era un producto formado por el clima, el medio, las costumbres, el azar, por todo aquello que lo afecta fatalmente, todo individuo absorbía su identidad de la atmósfera que lo envolvía para a su vez irradiar otra nueva: el axioma de que todo está condicionado por el mundo interior y el exterior.>> (2)
El coronel Chabert (Le colonel Chabert, Yves Angelo, 1994)
Su obra literaria es tan extensa que la lectura completa de La comedia humana puede entretener durante meses; y esto a buen ritmo lector. En todo caso, sería tiempo “regalado” para quien, gustoso y curioso, se adentre en el universo literario de este escritor que <<libera el género narrativo de las limitaciones de la autobiografía y de la mera psicología dentro de cuyos límites se había movido desde la segunda mitad del siglo XVIII. Rompe el marco de los destinos individuales, en el que tanto las novelas de Rousseau y Chanteaubriand como las de Goethe y Stendhal estaban confinadas, y se emancipa del estilo de confesión del siglo XVIII, aunque, naturalmente, no puede desprenderse de un golpe de todo lo lírico y autobiográfico>>. (3) En él, los rasgos humanos adquieren una veracidad inusitada hasta entonces. No por realista, aunque haya quien asegura que introduce el realismo en la novela. A este respecto, quizá sea más acertado decir que desvela a los individuos en la sociedad que les hace ser. Los descubre en ella. Estudia sus comportamientos y concluye que el ser humano, representado en sus personajes, no puede vivir asilado. Para Balzac somos criaturas sociales, hijos de la historia que quiere llevar al papel. <<Todos sus esfuerzos tienden a comprimir los fenómenos, a pasarlos por un tamiz en el que se queda todo lo que no es esencial y solo se filtran las formas puras, y luego a estrujar estas formas aisladas y dispersas en el rescoldo de sus manos, integrar esa enorme diversidad en un sistema claro y fácil de comprender, como Linneo compendia los millones de plantas en un cuadro sinóptico o el químico las innumerables composiciones en un puñado de elementos: tal es su ambición. Simplifica el mundo para luego domeñarlo, y, una vez sometido, lo encierra en la grandiosa cárcel de La comedia humana>>. (4) Grandiosa cárcel en la que apresa a la diversidad de quereres y pasiones, de psicologías y emociones, de héroes y heroínas. Balzac crea en conflicto entre dos mundos: el íntimo y el social; comprende e idea su comedia humana como la “prisión” de la que individuo alguno escapa.
(1) Victor Hugo, discurso en el funeral de Honoré de Balzac
(2) (4) Stefan Zweig: Tres maestros (Balzac, Dickens, Dostoievski) (traducción de J. Fontcuberta). Acantilado, Barcelona, 2004.
(3) (6) Arnold Hauser: Historia social de la literatura y del arte. Volumen 3 (traducción de A. Tovar y F. P. Varas-Reyes). Editorial Labor, Barcelona, 1978.
(5) Ernesto Sabato: El escritor y sus fantasmas. Seix Barral, Barcelona, 2011.
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