Al Hollywood silente y al dorado, añadamos también el actual, nunca le preocupó la realidad porque era consciente de que el cine no es la realidad y que la gente que llenaba las salas, en su mayoría, buscaba evadirse de ella. Hoy ya no hace falta ir al cine para lograrlo, pero, hacia la década de 1940, con la Gran Depresión a la espalda y la guerra en el horizonte, entrar en el cine significaba dejar la realidad en la puerta y encontrarse la fantasía en la pantalla. Era y es así de simple (dentro de su complejidad), y a partir de esa certeza, los magnates hollywoodienses edificaron su mundo espectáculo y su poderosa industria económica. Lo dicho no descarta que hubiese verdad en algunas de sus películas, incluso se puede encontrar en las más fantasiosas o en sus comedias alocadas, pero eso ya sería cuestión de cada historia, de cada película, de cada director y de sus guionistas. Más raro que encontrar sueños y verdades, en aquel momento, era que guionista y director fuesen la misma persona, al menos hasta que Preston Sturges escribió y dirigió El gran McGinty (The Great McGinty, 1940). Otro guionista-director, Gerson Kanin empezó dirigiendo guiones escritos por otros. Hoy, quizá sea más conocido porque otros dirigieron sus guiones; también resulta curioso que su film más conocido como director, Mi mujer favorita (My Favourite Wife, 1940), no parta de un guion propio, cuando varias de las grandes comedias estadounidenses clásicas nacen de uno suyo, en solitario o en colaboración de Ruth Gordon —eran pareja profesional y también matrimonial—, como sería el caso de La costilla de Adán (Adam’s Rif, George Cukor, 1948) o Nacida ayer (Born Yesterday, George Cukor, 1950). Y en buena medida es uno de sus films más populares por el estado de gracia de Cary Grant, en uno de sus mejores roles cómicos, que ya iban siendo unos cuantos: La pícara puritana (The Awful Truth, Leo McCarey, 1937), Vivir para gozar (Holyday, George Cukor, 1938), La fiera de mi niña (Bringing Up Baby, Howard Hawks, 1938) o Luna nueva (His Girl Friday, Howard Hawks, 1940)...
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