El viaje propuesto por Íciar Bollaín en su primer largometraje avanza de Valladolid a Málaga y de la capital de la Costa del Sol a Madrid y de nuevo a la playa, espacios donde la directora desarrolla los conflictos y las esperanzas de Hola, ¿estás sola? (1995), que abre su periplo en la capital vallisoletana donde presenta a las dos protagonistas: su relación y la que mantienen con el medio; en este caso, se trata de una relación de ruptura. Niña (Silke) rompe con su padre (Pedro M. Martínez), también con el novio (Daniel Guzmán) que no la sigue en su aventura, y Trini (Candela Peña) hace lo propio con una cotidianidad más solitaria, en la que nada ni a nadie tiene, salvo su amistad con la compañera de ese viaje que les posibilita la ilusión de un horizonte lleno de posibilidades. Sin nada que perder, Niña y Trini inician su aventura en busca de fortuna y liberación, pues, más que nada, se trata de alejarse de las imposiciones y restricciones de un sistema alienante y de un entorno que les resulta insatisfactorio. Su búsqueda y su idea de libertad es ilusa, casi adolescente, pero real en ambos casos, incluso necesaria para sobrevivir a ese presente que, aparentemente, asoma sin opciones y sin más lazos que aquellos que las une. En esta ausencia de futuro o en la ilusión de su quimera, la idea del viaje les permite sentir su “huida” hacia Málaga como medio liberador. En dicha idea, la pareja de Hola, ¿estás sola? guarda cierto parecido con la de Thelma y Louise (Thelma & Louise, Ridley Scott, 1991), pero, a diferencia de la mítica pareja de “rebeldes” interpretada por Susan Sarandon y Geena Davis, la formada por Silke y Candela Peña no huye en descapotable y tiene a su favor mayor veracidad en los espacios y en la cotidianidad que transitan con cierta ingenuidad, y con la ilusión de mirar hacia adelante. Para ellas, el futuro es posible, ni blanco ni negro, lo idealizan liberador, aunque, por el camino, nada, salvo su amistad, sea más allá del instante: la relación de Niña con Olaf (Arcadi Levin), el trabajador ruso con quien no precisa hablar el mismo idioma verbal para comunicarse, o la de Trini con el personaje de Álex Angulo o con Mariló (Elena Irureta), la madre de Niña, en quien ve a la suya propia, ya que nunca tuvo una relación ni maternal ni paternal.
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