Desde los cortometrajes del pionero Robert William Paul el cine de ciencia-ficción británico ha aportado al género producciones tan destacadas como La vida futura, El día en el que la tierra se incendió o El pueblo de los malditos, convertidas con el paso de los años en clásicos como también ha sucedido con la trilogía Quatermass producida por la Hammer, más conocida por sus excelentes contribuciones al terror cinematográfico que por El experimento del doctor Quatermass, Quatermass II y ¿Qué sucedió entonces? Ninguna de estas tres películas guardan relación argumental entre sí más allá de la presencia del personaje principal, aunque las dos primeras tienen en común la dirección de Val Guest y la interpretación del actor Brian Donlevy, mientras que la segunda y la tercera encuentran su nexo en Nigel Kneale, creador del personaje y único encargado de la escritura de sus guiones. Al igual que ocurrió con sus predecesoras ¿Qué sucedió entonces? (Quatermass and the Pit) no fue una idea original, ya que Kneale se basó en uno de los episodios que había escrito para la mini-serie que la BBC dedicó a su personaje en 1958; aunque en ningún caso se descubre deudora ni de aquel ni de los anteriores films protagonizados por Quatermass. Esta entrega posee personalidad propia y un enfoque más terrorífico que el expuesto en los clásicos de Guest; además se descubre otra importante diferencia en la personalidad del científico, menos antipático y más humano que el interpretado por Donlevy, quizá por ello semeja vulnerable y predispuesto a aceptar la inestimable colaboración del doctor Roney (James Donald) y de Barbara Judd (Barbara Shelley), que en un determinado momento de la película se presta para esclarecer parte del enigma que el coronel Breen (Julian Glover) se niega a aceptar, como si renegar de las evidencias posibilitara que nada de lo que sucede se materialice. Esta tercera aventura fantástica del científico corrió a cargo de Roy Ward Baker (buena parte de su carrera la desarrolló dentro de la Hammer) y su contribución a la saga no desmereció a la de Guest, realizando otra acertada e inquietante combinación de terror y ciencia-ficción que gira en torno al descubrimiento de un extraño artefacto durante las obras de ampliación del metro de Londres. Baker también aprovechó el hallazgo para enfrentar al profesor Quatermass (Andrew Keir) y al doctor Roney con los intereses que entorpecen la investigación que llevan a cabo, pues ambos se topan con la incredulidad de militares y políticos que prefieren una versión menos alarmista del objeto desenterrado, de modo que asumen que se trata de un cohete lanzado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo los científicos comprenden que la versión oficial tergiversa la verdad sobre el extraño artilugio de origen marciano, que lleva millones de años enterrado a la espera de apoderase del planeta, y que finalmente se desvela como un espectro demoníaco que domina las mentes humanas con el fin de perpetuar su pensamiento.
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