La duración original de Mayor Dundee (Major Dundee) era de unos ciento sesenta y cinco minutos, aunque la versión estrenada fue el montaje realizado por los productores, con media hora menos que la versión ideada por Sam Peckinpah, hecho que no impide descubrir las excelencias de un director que se convirtió en uno de los renovadores del western y de su forma de entenderlo. A través de las páginas del diario del corneta Ryan (Michael Anderson, Jr.), único superviviente, se descubre la expedición en la que tomaron parte el mayor Dundee (Charlton Heston) y el grupo de hombres que le acompañó en la caza del apache rebelde Sierra Charriba (Michael Paté), iniciada tras la masacre provocada por este. Dundee no piensa en otra cosa que en atraparlo; pero lo hace porque se siente hastiado ante la falta de acción bélica, ya que en el campo de prisioneros donde ha sido destinado no puede dar rienda suelta a su naturaleza militar, que necesita saborear la batalla para confirmarse. Por su cuenta y riesgo decide reclutar voluntarios entre ladrones, borrachos, presos confederados, soldados afroamericanos bajo su mando e incluso a un reverendo (R.G.Armstrong) capaz de emplear la violencia como medio de expresar sus creencias, hombres que nada tienen en común salvo el rechazo que se profesan y que nunca llega a abandonar el itinerario que les conduce hasta un México dominado por las tropas francesas de Maximiliano. A lo largo del recorrido se descubre un entorno sucio, violento, dominado por el odio que sienten los hombres del grupo, divididos en dos frentes que se individualizan en el mayor y en el capitán confederado Ben Tyreen (Richard Harris). El primer careo entre ambos oficiales y rivales ofrece una breve explicación de la relación que les une y separa; amigos en el pasado y enemigos en ese presente en el cual el confederado ha caído prisionero de Dundee, quien le obliga a aceptar el compromiso de acompañarle en su obsesiva intención de dar caza a Charriba. Aunque mantengan disputas y diferencias existen nexos comunes entre ellos, pues ambos son hombres de armas y también hombres de palabra, lo cual acarrea la certeza de que el enfrentamiento al que Tyreen alude en varios momentos se hará real en cuanto el apache sea eliminado, sin embargo, antes de que eso suceda el pelotón debe sobrevivir a las circunstancias que les rodean, ya sea el racismo, el enfrentamiento con los franceses, la miseria y el hambre, la obsesiva necesidad del oficial en jefe por sentir de nuevo la sensación de la batalla o la deserción de algunos de los hombres. En Mayor Dundee (Major Dundee) se cita buena parte del mejor Peckinpah, y al igual que en otras de sus grandes películas: Grupo Salvaje, Pat Garret y Billy the kid o Quiero la cabeza de Afredo Garcia, gran parte de la acción se desarrolla en tierras mexicanas, además, existen otras características comunes entre ellas como la presencia de la violencia, que nunca se utiliza como fin en sí misma, sino que surge de la imposibilidad que rodea (y habita) al personaje principal y a sus hombres, muchos de los cuales fueron interpretados por actores asiduos al universo cinematográfico del director californiano: Ben Johnson, R.G.Armstrong, Warren Oates, L.Q.Jones, Slim Pickens o James Coburn en la piel del guía Sam Potts, ajeno a las disputas entre las facciones en las que se dividen los miembros que componen la partida, aunque siempre consciente de la constante y obsesiva búsqueda vital que mueve a Dundee por un entorno de desesperación e imposibilidad.
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