martes, 27 de marzo de 2012

Toro salvaje (1980)


La transformación física de Robert De Niro en Toro Salvaje (Raging Bull, 1980) fue brutal como también lo fue su impresionante actuación al dar vida a Jake La Motta, campeón de mundo de los pesos medios de boxeo. Martin Scorsese abrió su film de un modo soberbio, mostrando la soledad de La Motta en el ring, mientras suena el intermezzo de Cavalleria Rusticana, para dar paso a un Jake La Motta (Robert De Niro) obeso, que ensaya en el mismo espacio y tiempo donde se cierra el film; La Motta habla en voz alta antes de salir al escenario, donde (se sobreentiende) realizará un espectáculo que, tras haber pasado de la nada a la gloria y de nuevo a la nada, cierra su redención. El propio Jake La Motta asesoró a los responsables de un film que contó con un guión de Paul Schrader y Mardik Martin, basado en la biografía del boxeador. Tras breves minutos en 1964, la historia de el toro del Bronx retrocede veintitrés años para ubicarse en el barrio neoyorquino al que alude su apodo, poco antes de que Jake conozca a Vickie (Cathy Moriarty), la adolescente que le obsesiona. La vida personal de Jake La Motta resulta autodestructiva, violenta e incómoda, ya sea debido a su rudimentaria educación o a un temperamento que no sabe o no quiere controlar, el mismo que le ayuda a vencer a sus rivales. Su carrera profesional, a pesar de derrotar a todos sus oponentes, no marcha como desea, pues no le conceden la oportunidad de aspirar al título mundial. Jake prefiere alcanzar la gloria por méritos propios, sin contar con la ayuda de esos "buenos muchachos" que intentan convencerlo a través de su hermano Joey (Joe Pesci), quien también es su manager y su preparador. Los años transcurren mientras se muestran diferentes rótulos de sus combates, así como imágenes grabadas con cámaras caseras que desvelan aspectos de la vida familiar tanto de Jake como de Joey (matrimonio, hijos, etc.), hasta detenerse en 1947. Los celos dominan a Jake, provocando que se muestre posesivo y violento con Vickie, quien soporta como puede la inestabilidad de un hombre que ordena a su hermano que la vigile. El carácter de Joey es similar al de su hermano (quizá menos destructivo), ambos son machistas, posesivos y con arrebatos de violencia como el que se produce en el restaurante donde Joey rompe un vaso en la cabeza de Salvy (Frank Vincent), para finalizar golpeándola contra la puerta de un automóvil. Salvy recibe la paliza de su vida, pero no puede hacer nada para vengarse, ya que Tommy Como (Nicholas Colasanto) media entre ambos para que hagan las paces, pero no interviene por amor al prójimo, sino por interés, para que Jake La Motta acceda a sus pretensiones; que sólo sería una: ganar mucho dinero cuando consiga que el toro del Bronx luche por el título, en una pelea que éste debe perder. La derrota es lo más doloroso que le puede ocurrir, sobre todo consciente de que podría haber ganado con una sola mano, un hecho que le golpea más fuerte que ser inhabilitado por amañar el combate. La suspensión no significa el final de Jake La Motta como boxeador; dos años después, en 1949 se presenta su segunda y definitiva oportunidad para coronarse campeón del mundo, en un combate que vence al francés Marcel Cerdan. Parejos a los espacios físicos donde se desarrolla la trama, Toro Salvaje muestra el mundo del boxeo como telón de fondo, asoman los íntimos, pues Scorsese se centra en la interioridad destructiva y las relaciones personales de ese hombre que sale al principio del film, ensayando para una actuación que nunca llega a verse, de la cual podría hacerse una idea gracias a las escenas en el local en el que invierte su dinero, después de abandonar el boxeo tras perder el título contra Sugar Ray Robinson. Desde su llegada a Florida, Jake se muestra como un tipo importante, gracioso y despreocupado, sin embargo, demuestra que su pensamiento no ha evolucionado, continúa siendo ese grotesco personaje que se descubría entre pelea y pelea; un hombre que no piensa en los errores que comete, como permitir que una menor beba en su local, circunstancia que marca el punto más bajo de su vida, porque su encarcelamiento se produce poco después de que Vickie, harta de sus excesos, le abandone. Así toca fondo un ex-campeón que lo pierde todo: familia, reputación o amor propio, y que deambula hasta alcanzar esa redención que se observa en el vestuario que cierra Toro Salvaje, una lección de cine cimentada sobre la actuación de sus tres principales protagonistas (destacando Robert De Niro por encima del resto), sobre un excelente guión y la excepcional concepción de la narrativa cinematográfica de Martin Scorsese.

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