martes, 17 de octubre de 2023

Henry Hathaway, un clásico del viejo Hollywood

La química entre Gary Cooper y Henry Hathaway se observa en la pantalla, su resultado está ahí, aunque ellos no compartan una sola escena, impresionada en las imágenes proyectadas en sus films comunes. El primero de la cuales fue Ahora y siempre (Now and Forever, 1935), en la que Cooper compartía cartel con Shirley Temple y Carole Lombard, aunque, con anterioridad, ambos habían participado en El virginiano (The Virginian, Víctor Fleming, 1929) y Marruecos (Morocco, Josef von Sternberg, 1930); el actor, actuando y Hathaway asistiendo a Fleming y a Sternberg, para quien ya había trabajado en La ley del hampa (Underworld, 1927). Con un director de “acción” como Hathaway —en cuya filmografía predominan western, aventura, bélico, policíaco—, el actor lucía su mejor rostro aventurero en películas como Tres lanceros bengalíes (The Live of a Bengal Lancer, 1935), Almas en el mar (Souls at Sea, 1937) o La jungla en armas (The Real Glory, 1939); incluso borda su personaje en la inclasificable Sueño de amor eterno (Peter Ibbetson, 1935), la más romántica y atípica de las siete películas que Hathaway dirigió a quien (presumiblemente) era su actor favorito, al menos el que consideraba <<el mejor actor de todos>> y de quien fue vecino y amigo; y ya a la muerte de Cooper, uno de los portadores del féretro del carismático y popular actor.


Hathaway, definido por Richard Widmark como <<un tipo duro que nos hacía sudar tinta>>, era un director serio, que no dudaba en reprender e incluso evidenciar a cualquiera del equipo que no cumpliese su cometido. Le era indiferente que fuesen actores, actrices o técnicos; a todos exigía hasta lograr lo que quería, fuese una línea de diálogo, un gesto o la iluminación de un rostro como el de Marilyn Monroe en Niágara (1953) o de un paisaje marítimo, del salvaje oeste o de cualquier otro escenario por donde la lista de actores que trabajaron en sus películas se amplía hasta reunir un firmamento de estrellas con cuyos retratos y personajes se podría abrir un museo de cine (George Raft, James Stewart, Henry Fonda, Robert Mitchum, Fred MacMurray, Dean Martin, James Cagney, James Mason, Joseph Cotten, Steve McQueen y tantos otras estrellas masculinas), también la de las actrices (Jean Peters, Gene Tierney, Marilyn Monroe, Sophia Loren, Rita Hayworth, Claudia Cardinale y tantas más). Pero Hathaway encontró a sus principales asiduos en Widmark, el antagonista de Cooper en el western de aventuras El jardín del diablo (Garden of Evil, 1954), a quien dio su primer papel en el cine, el del inolvidable villano de El beso de la muerte (Kiss the Death, 1947), en Randolph Scott, el actor que más veces dirigió, en ocho películas; en Tyrone Power y John Wayne, que fueron otros inolvidables con quienes colaboró a lo largo de los años; respectivamente, en cinco y siete ocasiones.

Tras ejercer de ayudante de Sternberg, Fleming y otros cineastas, Hathaway debutaba en la dirección en 1932. Su primer film acreditado fue El legado de la estepa (Heritage of the Desert, 1932), en la que dirigió por primera vez a Scott, que sería el protagonista de la serie de westerns en los que Hathaway adaptaba a Zane Grey. Fueron siete largometrajes que le sirvieron para foguearse tras las cámaras, afianzando su narrativa, precisa y fluida. Ya hacia la segunda mitad de la década era de los más exigentes y eficientes cineastas de Hollywood y su reputación era la de un tipo duro y de cineasta cuyos intereses cinematográficos (mayormente, historias protagonizadas por hombres a superar situaciones extraordinarias) eran similares a los de Howard Hawks o Victor Fleming. A Wayne, quien tras el estrepitoso fracaso comercial de la espléndida La gran jornada (The Big Trail, Raoul Walsh, 1931), sobrevivía en westerns de serie B producidos por Lone Star, lo dirigió por primera vez en El pastor de las colinas (The Shephard of the Hills, 1941) y su última colaboración, Valor de ley (True Grit, 1969), vendría a reunir parte del sentir cinematográfica de ambos, cuando ya los veteranos empezaban a ser reliquias en el nuevo Hollywood. El legado de Hathaway abarca mucho más cine. Sus policiacos de posguerra, de tono semi-documental, fueron ejemplos a seguir por otros directores de la época y un thriller como 14 horas (Fourteen Hours, 1951) habla maravillas de la capacidad narrativa de este “director de acción”.


Películas con Gary Cooper


Ahora y siempre (Now and Forever, 1934)


Tres lanceros bengalíes (The Live of a Bengal Lancer, 1935)


Sueños de amor eterno (Peter Ibbetson, 1935)


Almas en el mar (Souls at Sea, 1937)


La jungla en armas (The Real Glory, 1939)


¡Esto es la Marina! (You’re in the Army Now, 1951)


El jardín del diablo (Garden of Evil, 1956)


Películas con Richard Widmark


El beso de la muerte (Kiss of the Death, 1947)


El demonio del mar (Down to the Sea in Ship, 1949)


Cuatro páginas de la vida (O.Henry’s Full House, 1952)


El jardín del diablo (Garden of Evil, 1956)


La conquista del oeste (How the West Was Won, 1962)


Películas con Randolph Scott


El legado de la estepa (Heritage of the Desert, 1932)


La pradera salvaje (Wild Horse Mesa, 1932)


La horda maldita (The Thundering Herd, 1933)


Hasta el último hombre (To the Last Man, 1933)


El hombre del bosque (Man of the Forest, 1933)


El paso del ocaso (Sunset Pass, 1933)


El último rodeo (The Last Round-Up, 1934)


Vete al oeste, joven (Go West, Young Man, 1936)


Películas con Tyrone Power


Johnny Apollo (1940)


El hombre de la frontera (Brigham Young, 1940)


La rosa negra (The Black Rose, 1950)


El correo del infierno (Rawhide, 1951)


Correo diplomático (Diplomatic Courier, 1952)


Películas con John Wayne


El pastor de las colinas (The Shephard of the Hills, 1941)


Arenas de muerte (Legend of the Last, 1957)


Alaska, tierra de oro (North to Alaska, 1960)


La conquista del oeste (How the West Was Won, 1962)


El fabuloso mundo del circo (Circus World, 1964)


Los cuatro hijos de Katie Elder (The Sons of Katie Elder, 1965)


Valor de ley (True Grit, 1969)


Otras películas destacadas de Hathaway


El camino del pino solitario (1936)

Sundown (1941)

La casa de la calle 42 (1945)

Envuelto en la sombra (1946)

13 Rue Madelaine (1947)

Yo creo en ti (1948)

14 horas (1951)

Rommel, el Zorro del desierto (1951)

Niágara (1953)

El príncipe Valiente (1954)

Barreras de orgullo (1956)

A 23 pasos de Baker Street (1956)

Del infierno a Texas (1958)

Siete ladrones (1960)

El póker de la muerte (1965)

Nevada Smith (1966)

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