Tomando como telón de fondo la colonización de los territorios de las Dakotas, que posteriormente formarían parte de los Estados Unidos, Tres hombres malos se desarrolla desde el humor típico del <<medio santo>>, desde la épica e intimismo del <<medio irlandés>> (las secuencias de la brutal carrera con la que el gobierno pretende repartir las tierras a colonizar en oposición a los sentimientos que mueven a "Bull") y la (profunda) sencillez narrativa del <<medio genio>>, que concedió el protagonismo de su historia a tres personajes marginales que anteceden en comportamiento y oficio —al margen de la ley- al trío de forajidos de Tres padrinos (3 Godfathers, 1948). En lugar del recién nacido recogido por los atracadores interpretados por John Wayne, Pedro Armendariz y Harry Carey, Jr., "Bull" Stanley (Tom Santschi), Mike Costigan (J.Ferrell MacDonald) y "Spade" Allen (Frank Campeau) se responsabilizan de Lee Carleton (Olive Borden), la chica que pierde a su padre, asesinado mientras se trasladaban hacia Custer en busca de su nuevo hogar. Aparte de asumir su protección, los tres ladrones de caballos formar un núcleo familiar alrededor de la muchacha, pero sus condiciones de fuera de la ley les hace creerse indignos de ella, por lo que asumen la obligación de dejarla en manos mejores que las suyas. Como consecuencia, "Bull" decide encontrarle un marido y de todos los posibles candidatos Dan O'Malley (George O'Brien) parece el adecuado: también busca su hogar en Dakota, viajaba con Lee antes de separarse y ambos comparten la mutua atracción que se hace visible durante su reencuentro. Pero tanto Lee como Dan solo funcionan como excusa para que el <<medio revolucionario>> convierta a los tres delincuentes en principio y fin de la historia. Medio pendencieros, medio contradictorios, medio generosos, ellos son puros antihéroes fordianos y, como tales, su deambular al lado de Lee expone su amistad, su lealtad, su imposibilidad de acceder a un hogar y su sacrificio, asumido para lograr que la joven sobreviva y sí pueda acceder a su nueva existencia en ese territorio donde la fiebre del oro reclama la presencia de buscavidas, aventureros, soñadores o lobos con piel de cordero como Hunter (Lou Tellegen), el supuesto sheriff de Custer y un matón al servicio de sus intereses.
lunes, 3 de abril de 2017
Tres hombres malos (1926)
Tomando como telón de fondo la colonización de los territorios de las Dakotas, que posteriormente formarían parte de los Estados Unidos, Tres hombres malos se desarrolla desde el humor típico del <<medio santo>>, desde la épica e intimismo del <<medio irlandés>> (las secuencias de la brutal carrera con la que el gobierno pretende repartir las tierras a colonizar en oposición a los sentimientos que mueven a "Bull") y la (profunda) sencillez narrativa del <<medio genio>>, que concedió el protagonismo de su historia a tres personajes marginales que anteceden en comportamiento y oficio —al margen de la ley- al trío de forajidos de Tres padrinos (3 Godfathers, 1948). En lugar del recién nacido recogido por los atracadores interpretados por John Wayne, Pedro Armendariz y Harry Carey, Jr., "Bull" Stanley (Tom Santschi), Mike Costigan (J.Ferrell MacDonald) y "Spade" Allen (Frank Campeau) se responsabilizan de Lee Carleton (Olive Borden), la chica que pierde a su padre, asesinado mientras se trasladaban hacia Custer en busca de su nuevo hogar. Aparte de asumir su protección, los tres ladrones de caballos formar un núcleo familiar alrededor de la muchacha, pero sus condiciones de fuera de la ley les hace creerse indignos de ella, por lo que asumen la obligación de dejarla en manos mejores que las suyas. Como consecuencia, "Bull" decide encontrarle un marido y de todos los posibles candidatos Dan O'Malley (George O'Brien) parece el adecuado: también busca su hogar en Dakota, viajaba con Lee antes de separarse y ambos comparten la mutua atracción que se hace visible durante su reencuentro. Pero tanto Lee como Dan solo funcionan como excusa para que el <<medio revolucionario>> convierta a los tres delincuentes en principio y fin de la historia. Medio pendencieros, medio contradictorios, medio generosos, ellos son puros antihéroes fordianos y, como tales, su deambular al lado de Lee expone su amistad, su lealtad, su imposibilidad de acceder a un hogar y su sacrificio, asumido para lograr que la joven sobreviva y sí pueda acceder a su nueva existencia en ese territorio donde la fiebre del oro reclama la presencia de buscavidas, aventureros, soñadores o lobos con piel de cordero como Hunter (Lou Tellegen), el supuesto sheriff de Custer y un matón al servicio de sus intereses.
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