lunes, 16 de julio de 2012

Abierto hasta el amanecer (1995)



Cuando se juntan dos niños con ganas de divertirse, lo más probable es que realicen una gamberrada, y, en el buen sentido de la palabra, eso es lo que podría decirse de Abierto hasta el amanecer (From Dusk till Dawn), dirigida por Robert Rodriguez y escrita por Quentin Tarantino, dos amigos con inicios similares a principios de la década de 1990, con El mariachi (1992) y Reservoir dogs (1991) respectivamente, ambos films cosecharon buenas críticas y un éxito que les abriría las puertas de la fama. Abierto hasta el amanecer arranca como una road-movie en la que dos hermanos, bastante curiosos (en comportamiento y en personalidad) y violentos (en todos los aspectos), se encuentran en un área de servicio donde presentan sus credenciales y su facilidad para apretar el gatillo, y donde también se descubre que son perseguidos por atraco y múltiple asesinato. Seth (George Clooney) quiere pasar de desapercibido, pero no puede evitar llamar la atención, sobretodo por la manía de su hermano pequeño, Richard (Quentin Tarantino), a la hora de cargarse a la gente; por lo tanto, su huida hasta tierras mexicanas no pasa inadvertida; sin embargo, no son los agentes de la ley quienes les detienen, sino un grupo de vampiros y vampiras (si es que tienen sexo después de transformarse) pasados de rosca, que pretenden chuparles la sangre en el interior de un local al que los hermanos acceden mostrando su habitual cortesía y buenos modos. Pero antes de que se produzca el enfrentamiento en la teta enroscada (Tiity Twist en la versión original), Seth y Richard Gecko secuestran (no es nada nuevo para ellos) a Jacob Fuller (Harvey Keitel), un pastor que ha perdido la fe, y a sus dos hijos: Kate (Juliette Lewis) y Scott (Ernest Liu), con el propósito de utilizar su autocaravana y también a ellos, para pasar la frontera sin llamar la atención (objetivo casi imposible si Richard no se queda dormido), ya que se han citado al amanecer con Carlos (Cheech Marin, en uno de los tres papeles que interpreta en el film). El lugar de encuentro con el mexicano es un local de moteros y camioneros conocido como la teta enroscada, al que acceden convencidos de que el peligro ha quedado en suelo estadounidense, sin embargo, en el ambiente se puede observar un lugar un tanto especial, lleno de bellezas horripilantes y de clientes violentos que se quedan de piedra cuando Santantanico Pandemonium (Salma Hayek) inicia su actuación. A Richard se le hace la boca agua al observar los sensuales movimientos de la bailarina, para poco después ser ésta quien afiele los dientes al observar el sabroso goteo de la sangre del menor de los Gecko, y lo que parecía una espera hasta el amanecer tranquila, entre nuevos amigos y whisky, se convierte en una matanza de vampiros, en la que los asesinos, secuestradores o atracadores (cualquiera o todos los sustantivos valen para catalogarlos) y la familia Fuller se transforman en héroes (o en otra cosa) que deben salvar sus vidas utilizando cualquier objeto que encuentren a su alcance. Acción, comedia, violencia y sangre verde dominan el metraje de un film con personajes que no puede evitar ser como mínimo curiosos, pero que resultan atractivos por como se toman las situaciones que les vienen encima, ya sea antes de entrar en el local o en su interior, cuando empiezan a repartir astillados a diestra y siniestra, ayudados por la inestimable presencia de Sex Machine (Tom Savini) y Frost (Fred Williamson), hasta que ambos se convierten en lo que habían estado matando con aparente facilidad.

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