1905, Tommy y Matt son dos niños que se “entretienen” cometiendo pequeños hurtos, aunque Tommy también se “divierte” recibiendo las palizas de un padre que pretende enderezarlo. 1915, Tom Powers (James Cagney) y Matt Doyle (Edward Woods) han crecido sin abandonar su afición hacia lo ajeno, bajo la protección de un delincuente de poca monta llamado Putty Nose (Murray Kinnell), el mismo que les propone participar en un golpe en el que nada puede salir mal, y en caso contrario, promete protegerles; ni lo uno ni lo otro, pues Matt y Tom matan a un agente de policía cuando intentan escapar y Putty se desentiende de ellos. 1917, Estados Unidos entra en la Primera Guerra Mundial, pero a Matt y a Tom el conflicto parece no afectarles, pues continúan ejerciendo como rateros. Quien sí se implica en la contienda es el hermano de Tom, Mike (Donald Cook), en todo momento que comparten escena muestra una personalidad enfrentada a la de su hermano pequeño. 1920, la prohibición de la venta de alcohol se convierte en una realidad, como también lo sería el ascenso de Tom Powers dentro del mundo del hampa. Tom y Matt continúan siendo inseparables, pero ahora trabajan para Paddy Ryan (Robert O'Connor). En pocos minutos William A.Wellman expuso a la perfección el ambiente en el que se mueven estos dos muchachos condenados a un final trágico, porque, como señalan los rótulos, cualquier enemigo público tendría ese fin. El enemigo público (The public enemy) se basó en crónicas cotidianas publicadas en los periódicos de las grandes ciudades, pero no por ello es un film de carácter realista, sino una película que expone la presencia del crimen en las calles mediante la figura de un gángster de ficción que no tiene otra meta que alcanzar un triunfo rápido dentro de la criminalidad en la que se mueve. Tom Powers nunca resulta un tipo simpático, porque por mucho que uno se fije no se encuentran aspectos positivos en él, ni siquiera en el trato con su madre (Beryl Mercer), a quien pretende ayudar con dinero sucio y a quien miente en todo momento. Además Tom ningunea constantemente a Matt, a pesar de la fidelidad y de la admiración que éste siente por él desde que eran unos críos; de igual manera, en una escena de intimidad, Tom no duda en maltratar a su chica, a quien abandona tras conocer a Gwen Allen (Jean Harlow). La aparición de Gwen podría ser un punto de inflexión en la vida del gángster, pues es evidente que ella sabe tratarle; sin embargo, a un tipo como Tom no se le puede controlar, pues existe algo dentro de él que le impulsa a continuar inmerso en ese universo de delincuencia en el que crece en importancia, sobre todo tras la aparición de Nails Nathan (Leslie Fenton), el gángster que se une a la banda de Paddy Ryan, para que ésta domine la venta y el contrabando de alcohol. Tom Powers se siente importante, seguro y convencido de su buena fortuna, pero también parece querer emular a Nails, su referente del éxito y del estilo que desea para sí. No obstante, el regreso de su hermano y la posterior discusión entre ellos marcan el principio de su caída. A partir de ese momento las circunstancias que se producen presagian el fin de Tom Powers, sobre todo tras la muerte de Nails, la cual implica una importante pérdida de poder para la banda de Paddy Ryan y el inicio de una guerra entre bandas. La rapidez y la fuerza narrativa con la que William A.Wellman abordó los hechos resultaron un acierto, pues sintetiza eficazmente los momentos claves en la vida de un protagonista que empezó a perder su rumbo en 1905, confirmando en 1915 su no retorno y alcanzando en 1920 su auge y su posterior derrumbe, el eje sobre el que gira El enemigo público (The public enemy) y que sentaría las bases del cine de gángster de los primeros años de la década de 1930, junto a títulos fundamentales como Hampa dorada (Little Caesar) o Scarface, el terror del hampa, cuyos personajes principales también conocerían un rápido ascenso y una más rápida caída.
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