lunes, 1 de agosto de 2011

Hotel du Nord (1938)


La película se abre y se cierra ante la fachada del Hotel du Nord, emplazamiento al que llega una pareja de enamorados en busca de una habitación, pero lo que en realidad buscan es sellar su amor con un doble crimen que lo preserve. Pierre (Jean-Pierre Aumont) es el encargado de disparar sobre Renée (Annabella) y posteriormente sobre sí mismo. Momentos antes de consumar el acto mortal, se confiesan, una vez más, el amor verdadero que comparten, la única posesión con la que cuentan y que les hace sentirse especiales. La cámara abandona la habitación y se traslada al lado de Edmond (Louis Jouvet), un tipo enigmático y amenazante. Un ruido de bala le advierte de que algo anómalo ha sucedido en la habitación número 16, lo cual le lleva a forzar la cerradura y a encontrarse a Pierre con el arma en la mano, pero sin atreverse a disparar sobre sí mismo. Renée yace muerta, o eso es lo que cree el autor del crimen pasional. El joven huye desesperado e intenta arrojarse a las vías del tren, sin embargo, no puede. Se acusa de cobarde, de no cumplir con un pacto que le llevaría a una ¿eternidad compartida?. Por fortuna, la enamorada se salva y es atendida en un hospital donde se encuentra cara a cara con Pierre (quien se ha entregado a la policía). No le culpa, mas bien trata de protegerle, pero Pierre no acepta su piedad. Lo que había sido un amor sin tacha se convierte en un imposible para la pareja, puesto que ambos creen en la imposibilidad de olvidar los sucesos acontecidos en el Hotel du Nord. Este motivo obliga a la joven a regresar al lugar de los hechos para recordar y, posteriormente, intentar olvidar. Sin embargo una oferta amistosa por parte de los dueños del establecimiento la convence para que permanezca con ellos y cambie sus intenciones. El tiempo pasa y Renée se ha convertido en el centro de atención de los hombres que pasan por el bar del hotel, sin embargo, ella sólo piensa en Pierre. Esta constante le obliga a visitarle a prisión, desea decirle que le ha perdonado, mas Pierre no se ha podido perdonar a sí mismo porque se acusa de cobarde, circunstancia que nunca podrá olvidar. El amor imposibilitado por los hechos obliga a Renée a aferrarse a la idea del olvido, desea escapar y encuentra la oportunidad en Edmond, cuyo verdadero nombre es Robert y que se encuentra en una situación similar a la suya. Él también desea escapar, pero no de un recuerdo sentimental, sino de uno físico que podría significar su muerte. Hotel du Nord, es una película sensible, romántica y pesimista, que se centra en la figura de esa mujer que ha intentado huir de dos formas distintas, pero que acepta a tiempo aquello que le llena, permitiendo que un rayo de esperanza se abra ante ella. A pesar de las evidentes similitudes entre ella y Edmond, éste se muestra como un hombre que se ha dado por vencido, para él no queda esperanza, únicamente le sostiene la idealización que ha creado en torno a Renée, su oportunidad de un nuevo comienzo. El pesimismo que se cierne sobre este personaje es constante, no existe un instante del film en el que transmita optimismo, y sin embargo, su sentimiento hacia la joven suicida es auténtico. Marcel Carné gozó de un tacto excepcional para enfocar historias sensibles, líricas y condenadas de antemano, en las que sus personajes saben transmitir las sensaciones que les dominan y que son las verdaderas protagonistas de una historia que se sabe triste.

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