viernes, 13 de febrero de 2015

Underground (1995)



<<La película Underground no era una biografía de Tito, símbolo principal de nuestro destino trágico, sino una manera de evocar la tragedia de los que se creen todo lo que muestra la televisión. Es decir, una película sobre la propaganda>>

Emir Kusturica: ¿Dónde estoy en esta historia? (Memorias).

A lo largo de las cinco décadas que abarca 
Underground (1995) queda patente la intención de Emir Kusturica de caricaturizar y exagerar comportamientos, situaciones y personalidades, así como la de ironizar sobre la realidad histórica desde su gusto por el cine de Federico Fellini y su satírica y personal visión de un país donde la multiplicidad racial y cultural coexistió durante los primeros periodos de una cronología que se inicia como un cuento: <<Había una vez un país...>>. Y como tal, Underground se presenta desde un enfoque fantasioso, cómico y folclórico, aunque no exento de crítica hacia los tres momentos en los que se divide su metraje, periodos claves en el devenir político y social de (la antigua) Yugoslavia: la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la Guerra de los Balcanes. Para ello, el responsable de Papá está en viaje de negocios (1985) se valió de dos personajes: Marko (Pedrag Manojlovic) y Petar (Lazar Ristovski), también conocido como "Blacky o Negro", a quienes se observa por primera vez en el prólogo, cuando celebran que el segundo ha ingresado en el partido comunista. Esta presentación ubica la acción en 1941 y precede a la ocupación alemana contra la que se unen los diversos pueblos eslavos que habitan el territorio. Durante este periplo los dos amigos forman parte de la resistencia partisana y evidencian, más si cabe, su exagerada picaresca, la misma que Marko emplea con la finalidad de conseguir a Natalija (Mirjana Jokovic) y manipular a su compadre, a quien engaña para que se oculte en un sótano a la espera de la ofensiva final contra los nazis. Pero, en realidad, dicha ofensiva no llega porque la guerra concluye y se inicia la segunda parte de Underground, a la que se accede mediante algunas imágenes reales de los vencedores, entre quienes se cuela la ficticia de Marko.


Este manipulador, supuesto ideólogo y poeta ha mantenido su mentira alrededor de dos décadas,
 falseando, controlando y sometiendo a cuantos se encuentran atrapados en el sótano viviendo una ilusión creada para mantener sus deseos. <<El comunismo es como un sótano>>, compara uno de los personajes en la parte final del film. Y quienes viven en ese espacio subterráneo confunden la realidad con aquella tergiversada y fomentada por la inventiva de Marko, convertido durante el titismo en colaborador cercano del dictador que mantiene unido a los diversos pueblos que conforman Yugoslavia. Pero, tras la muerte de Tito y con una crisis económica de por medio, las diferencias culturales, económicas, raciales y religiosas se acentúan hasta que, en 1991, estalla el conflicto armado que cierra una historia que, tras sus dosis de comicidad, esconde una metáfora sobre la manipulación social e individual y sobre un estado compuesto por etnias, religiones y nacionalidades que, finalizada la etapa comunista, se enfrentaron por diferentes motivos, entre los cuales podría incluirse el ajuste de cuentas que se representa en Ivan (Slavko Stimac), cuando este apalea a su hermano Marko, quien moribundo se despide de Natalija susurrando que <<la peor guerra es aquella en la que un hermano a su hermano da muerte>>.

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