sábado, 9 de marzo de 2013

Evasión o victoria (1981)



Podría decirse de Evasión o victoria (Victory, 1981) que es uno de los films menos arriesgados de John Huston, ya que a medida que avanzan los minutos se tiene la sensación de que el realizador de las magistrales La jungla de asfalto (The Asphalt Jungle, 1950) o El hombre que pudo reinar (The Man Who Would Be King, 1975) no estaba demasiado interesado en un proyecto de relleno que se ambienta en un campo de prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial. Nada tiene que ver Evasión o victoria con una soberbia película como Traidor en el infierno (Stalag 17, Billy Wilder, 1952) y poco con un clásico del subgénero de fugas como La gran evasión (The Great Escape, John Sturges, 1963), de la que es deudora, aunque como en aquellas se descubre a un grupo de prisioneros aliados cuya prioridad sería la de fugarse, pero al contrario que en el film de Sturges la cuestión de la escapada queda relegada a un plano secundario, hasta el punto de prácticamente desaparecer cuando el mayor Steiner (Max von Sydow) reconoce al capitán Colby (Michael Caine) como un astro del balón y le realiza una propuesta amistosa. Aunque cueste creerlo al verlo vestido de corto, corriendo como buenamente puede por un campo de fútbol improvisado, Colby es una estrella del balompié británico que acepta participar en un encuentro amistoso que la propaganda nazi no tarda en ver como una excelente oportunidad para publicitarse. Desde ese momento el film
 pierde cualquier interés fuera del enfrentamiento que por cuestiones político-ideológicas acaba traspasando el ámbito meramente deportivo, convertido en una lucha entre la libertad que defienden los prisioneros aliados y la opresión que representa el equipo alemán. Huston apenas se detuvo en dar forma a los personajes, ni en el campo de prisioneros ni en el seno de la resistencia francesa, tampoco prestó demasiada atención al entorno donde estos se encuentran encerrados o a las sensaciones que les dominan, mostrando únicamente aquello necesario para que el film entretenga sin profundizar en las cuestiones que toca muy por encima y que se quedan en nada. Steiner y Hatch (Sylvester Stallone) son ejemplos claros de personajes desaprovechados, a pesar de que el segundo comparta protagonismo con Colby, ya que tiene menor presencia que aquel y tanto su fuga como su estancia en Francia quedan minimizadas. La participación de Sylvester Stallone tendría mayor peso como reclamo comercial, debido a su condición de estrella cinematográfica después del gran éxito de Rocky (John G. Avildsen, 1976), pero dejando a un lado la cuestionable importancia del único preso estadounidense del campo, Evasión o victoria nunca pierde de vista la idea del partido que enfrenta dos conceptos opuestos de entender el deporte y, sobre todo, de entender la vida, cuestión que se advierte durante un encuentro manipulado por el arbitro, afín al ideario dominante, y por los medios de comunicación, encargados de realizar una retransmisión que nada tiene que ver con lo que sucede en un estadio abarrotado de espectadores franceses deseosos de una derrota alemana. ¡Y por fin comienza el partido!; patadas, goles en contra, lesiones, un árbitro casero,... y un equipo aliado que no se da por vencido y opta por luchar hasta el final en detrimento de huir por el túnel que les conduciría a la libertad, pero que les alejaría de la victoria ante un rival que emplea malas artes y que no tiene en sus filas a jugadores como Bobby MooreArdiles o Pelé.

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