domingo, 9 de septiembre de 2012

Camino de la horca (1951)

La culpabilidad marca el comportamiento del marshall Len Merrick (Kirk Douglas), condicionado por un hecho del pasado que ha generado su rigidez emocional, de la que no puede desprenderse y que le ha convertido en un hombre frío, que únicamente se limita a cumplir su cometido como agente de la ley, sin juzgar, sin detenerse, como si fuera una máquina que no cesa en su empeño, ni siquiera por el amor que surge entre Ann Keith (Virginia Mayo) y él ni por la certeza de que el padre de ésta, "Pop" Keith (Walter Brennan), no es un asesino. Raoul Walsh desarrolló este western dentro de un entorno opresivo (el desierto), enfrentando las emociones de unos personajes que actúan condicionados por la actitud del marshall y por la intriga que amenaza con el ahorcamiento de "Pop". El desierto por el que avanzan, mientras las emociones afloran, marca el ritmo de el Camino de la horca (Along the Great Divide), por donde Merrick conduce a su prisionero, tras impedir su linchamiento a manos de Ed Roden (Morris Ankrum), el ranchero más influyente el territorio. Merrick se limita a cumplir con su deber, sin juzgar y sin pretender hacerlo, aferrándose a la idea de conducir al sospechoso ante la justicia, para que sea un jurado el que decida si es o no culpable de la muerte del hijo de Roden. El cumplimiento del deber aleja cualquier otro pensamiento de su mente, ya que éste se ha convertido en su motor de acción, y le obliga a enfrentarse a todo y a todos con tal de llevar a "Pop" ante ese tribunal legal, donde puede que no se haga justicia. No obstante, el veredicto no es asunto suyo, porque se aferra a la creencia de que no le corresponde decidir, como tampoco le corresponde a Anne, quien acompaña a su padre camino de la soga que aguarda tras atravesar un desierto que nadie en su sano juicio intentaría cruzar. Desde el primer instante, "Pop" evalúa a Merrick con la intención de conocerle, consciente de que debe encontrar algún punto débil que le permita huir, por eso entona una y otra vez una vieja canción que desquicia al marshall, porque se trata de la misma canción que cantaba su padre, linchado mientras conducía a dos prisioneros ante un tribunal. "Pop" aguarda el instante oportuno para escapar, aunque demuestra ser un hombre sincero, que arrima el hombro cuando, poco antes de adentrarse en la aridez, son sorprendido por los hombres de Roden, produciéndose el tiroteo en el que Billy (John Agar), amigo y ayudante de Merrick, es alcanzado por una bala. La herida de Billy implica un nuevo delito y un nuevo prisionero: Dan Roden (James Anderson), apresado durante la escaramuza y utilizado por el marshall para obligar a Ed Roden a cesar en su empeño por darles caza. Merrick se interna en el desierto sin apenas agua, con Billy moribundo y con tres enemigos a la espera de que cometa el error que les permita escapar, tres rivales que parecen dispuestos a entenderse entre ellos, ya que persiguen un interés común: su derrumbamiento. Sin dormir, atento a cualquier posible movimiento, Merrick se enfrenta al peligro que significan el desierto y sus cuatro acompañantes, incluida la joven de quien se ha enamorado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario