jueves, 28 de abril de 2011

Broadway Danny Rose (1984)

Danny Rose, representante de artistas, es un bicho raro dentro del mundo del espectáculo, donde no existe la fidelidad ni la gratitud. Es un personaje que se desvive por sus representados hasta el extremo de no cobrar o arriesgar su propia vida. Para Danny se trata de un cuestión personal, trata a sus protegidos de manera especial, como si fueran verdaderamente sus amigos. Acepta a artistas que nadie quiere y les busca las mejores actuaciones posibles, a pesar de ser números invendibles, en los que nadie, excepto él y los propios artistas, creen. La historia comienza en un local donde se reúnen un grupo de humoristas, que son quienes nos presentan a Danny, mediante alguna anécdota relacionada con él con las que se va descubriendo su personalidad y su carácter, así como su falta de ambición y su relación con perdedores en los que él cree. Uno de los presentes invita al resto a que se queden y escuchen la historia más increíble en torno a éste representante de quien todo han oído hablar. La narración muestra a Danny y a Lou, representante y representado. Lou es un cantante en horas bajas que ya nadie quiere y de quien ya nadie se acuerda. Sin embargo, Danny cree en él. Le cuida, le guía, le protege, es como si fuera madre, hermano y amigo a la vez. Lou empieza a resurgir gracias al buen juicio de Danny Rose y a su innegable esfuerzo. Pero todo se complica cuando Lou envía a Danny a recoger a Tina, su amante, el día en el que debe cantar en presencia de grandes promotores. El representante acepta a regañadientes y se presenta en casa de una mujer que se encuentra echando pestes contra Lou, quien ha sido visto en compañía de otra mujer. Temiendo lo que pueda pasar, Danny sigue a Tina hasta una residencia donde se celebra una fiesta. Una velada en la que se ha reunido un selecto grupo de mafiosos. Uno de éstos mafiosos está enamorado de Tina y cree que Danny es el amante por quien lo ha dejado. Con el honor mancillado, la madre del mafioso ordena a sus dos hijos más violentos cobrar vendetta. A partir de aquí, Danny Rose se verá perseguido, acorralado y no tendrá más remedio que esconderse y huir si quiere salvar su vida. Magnífica, ágil, simpática, repleta de diálogos ingeniosos y divertidos, resulta una de las mejores comedias de Woody Allen, y quizá una de las que menos comentadas, donde Allen nos muestra su propia visión del mundo artístico en el que vive y que a menudo parece glamuroso y sin embargo tiene una parte sucia e ingrata. Danny Rose representa a un perdedor, a un fracasado, que en realidad es todo lo contrario, es un ser que acepta a quienes no aceptan los demás y lucha por ellos. Es un hombre leal, de honor (a su manera), siempre dispuesto a echar una mano a sus conocidos y con una conciencia muy difícil de encontrar en el mundo artístico. Así pues, no duda en decir que una filosofía de vida sería la de su tío: "aceptar, perdonar, amar". Danny encuentra en Lou la oportunidad de guiarle hacía el estrellato, él es el único que cree en él, y no duda en sacrificarse porque sabe que así podrá ayudar a su amigo cantante. Pero, cuando Lou está a punto de conseguir el objetivo, se plantea si le conviene continuar con un representante de las características de Rose. La otra relación que se encuentra en la película es la que mantienen Danny y Tina, un hombre y una mujer que se ven obligados a permanecer juntos, a pesar de que al principio no hagan buenas migas. La persecución a la que es sometido el representante les obliga a escapar y a pasar por situaciones que les va uniendo hasta que comprenden que se tratan de dos seres especiales que se complementan.

Broadway Danny Rose es una comedia que ofrece reflexión y mucho entretenimiento, una comedia rodada en blanco y negro (magnífica fotografía) y que se encuentra entre lo mejor de Allen y del cine estadounidense de los años ochenta.

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